Cuando faltan menos de 90 días para las elecciones presidenciales en Brasil, el Instituto Quaest, junto al banco de inversiones Genial, difundió este miércoles una encuesta realizada a 2000 electores entre el 29 de junio y el 2 de julio que muestra a Luiz Inácio Lula da Silva con grandes chances de ser electo en primera vuelta.
El expresidente continúa con una amplia diferencia frente al mandatario Jair Bolsonaro. Con un 51 por ciento de intención de votos, Lula lograría vencer en primer turno frente al líder ultraderechista, quien cuenta con un 35 por ciento a favor, siempre considerando los votos positivos, que es como lo cuenta la justicia electoral brasileña.
Muy atrás de los dos principales candidatos se encuentran Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista, con un 6,9 por ciento y más abajo aparecen André Janones de Avante y Simone Tebet del Movimiento Democrático Brasileño (MDB) con un 2,3 por ciento. Estos números dan cuenta de la grieta ideológica que pisa fuerte en Brasil: "La polarización está consolidada: la decisión del voto es alta. Entre los electores de Lula el 78 por ciento no cambiará de opinión, mientras que en caso de Bolsonaro la fidelidad es del 76 por ciento", explica Felipe Nunes, director de Quaest.
Lula aventaja al presidente en 14 puntos, dos menos que el mes pasado. En el escenario total de los votos, en el que se tienen en cuenta aquellos que son en blanco y nulos, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) cayó un punto de intención de votos mientras que Bolsonaro subió otro.
Según la encuesta, hay un 42% de los votantes que cree que Bolsonaro está esforzándose por impedir el aumento de nafta mientras que un 60 está al tanto del proyecto aprobado en Senado para el aumento del valor de los planes sociales que necesita la aprobación de Diputados este mes. "Mi hipótesis es que Bolsonaro logró causar la impresión de que está intentando resolver los problemas del pueblo. Cayó el porcentaje de los que lo responsabilizan por el aumento de los combustibles y aumentó de 16% a 20% los que le echan la culpa a la empresa estatal Petrobras" indica Nunes.
En una posible segunda vuelta, el candidato de la izquierda ganaría con un 53 por ciento de los votos frente al presidente que contaría con el 34 por ciento.
En la encuesta de Datafolha de junio, que se realiza con el instituto Quaest pero de manera presencial, Lula se proyectaba también vencedor en primera vuelta con un 53 por ciento de los sufragios dejando atrás la posibilidad de una segunda vuelta ya que no es necesaria en Brasil si un candidato saca la mitad más uno de los votos.
De cara a octubre, los sondeos siguen proclamando a Lula como el favorito de los votantes brasileños mientras que Bolsonaro pretende estar ajeno a las decisiones que toma una empresa estatal como Petrobras y, con esa estrategia, achicar distancias.