El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de Buenos Aires ratificó la ilegalidad de la construcción del edificio Astor San Telmo y confirmó que la desarrolladora inmobiliaria a cargo del proyecto deberá readecuar el edificio a la normativa urbanística. La construcción está frenada con la obra a medio hacer desde que la Justicia de primera instancia, y luego la Cámara de Apelaciones, sentenciaran que el permiso de obra fue otorgado de forma ilegal por el Gobierno porteño, ya que el proyecto superaba las alturas permitidas para el Área de Protección Histórica (APH) N°1. Ahora, el TSJ rechazó los recursos presentados por la empresa y por el GCBA y dejó firmes los fallos de origen.
El inicio del litigio judicial se remonta al año 2018, cuando las organizaciones Basta de Demoler (BdD) y el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC) presentaron un amparo para intentar frenar el edificio que ya se proyectaba sobre la avenida Caseros, entre Bolívar y Perú, en pleno Casco Histórico porteño. Allí, la empresa TGLT, con permiso del GCBA, buscaba construir un edificio de 29,3 metros de altura, cuando el Código de Planeamiento Urbano (CPU) entonces vigente estipulaba que en esa APH solo se podía construir hasta 22 metros sobre Caseros y 13 metros sobre Bolívar. Tras otorgar una cautelar, el juez de primera instancia Pablo César Mantaras finalmente declaró la ilegalidad de la obra, lo que fue ratificado en agosto de 2020 por la Sala II de la Cámara en lo Civil, Administrativo y Tributario.
Tras ello, el caso llegó al TSJ y ahora el tribunal, por tres votos -- Alicia Ruiz, Inés Weinberg y Santaigo Otamendi -- contra dos -- Luis Lozano y Marcela de Langhe --, decidió dejar firmes los fallos anteriores al rechazar un recurso de queja interpuesto tanto por la empresa como por el GCBA. La resolución de Cámara a su vez instaba a la empresa a readecuar el proyecto a la normativa correspondiente, lo que también quedó firme con el rechazo del TSJ a los recursos. Actualmente, la obra, a la que los vecinos y vecinas califican como un "mamotreto", se encuentra frenada a medio hacer, con tres pisos ya levantados.
Jonatan Baldiviezo, abogado de la causa y fundador del ODC y del movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos aseguró tras el fallo que "en la Ciudad existe una práctica sistemática por parte de la Dirección General de Interpretación Urbanística (DGIUR) para autorizar emprendimientos inmobiliarios violando el Código de Planeamiento Urbano, o el ahora vigente Código Urbanístico, con el único objetivo de permitir una mayor capacidad constructiva en los inmuebles".
Es que el permiso de obra por fuera de lo establecido en la normativa fue otorgado por esa Dirección, en una práctica que, antes de la implementación del mecanismo de los "convenios urbanísticos", era recurrente, como en el caso del proyecto del Grupo Portland, "Palmera Cañitas", que también fue frenado por la Justicia por incluir dos torres de 31 y 34 pisos, triplicando lo establecido por el CPU vigente al momento del permiso otorgado.
Para Baldiviezo, el del Astor San Telmo es "un caso ejemplar" de esa práctica, donde se priorizan las "ganancias para los desarrolladores inmobiliarios sin considerar los derechos ambientales y culturales de los porteños". "Con el nuevo Código Urbanístico esta práctica ha mutado a lo que se llaman Convenios Urbanísticos, excepciones inmobiliarias que consiguen las desarrolladoras a través de leyes en la Legislatura porteña dando como contraprestación un monto de dinero", agregó Baldiviezo.
El abogado sostuvo además que "la ilegalidad del permiso otorgado al Astor San Telmo se enmarca en el Plan de Renovación del Casco Histórico que está impulsando el GCBA que pretende transformarlo en una gran polo gastronómico a cielo abierto expulsando a los residentes permanentes del barrio". A fines de junio, los vecinos y vecinas de San Telmo y Montserrat realizaron una protesta contra ese plan del Gobierno porteño, que incluye remoción de adoquinado y nivelaciones de veredas y calles.