Casi 24 horas después de la eliminación en octavos de final de Copa Libertadores ante Corinthians, Boca anunció en sus redes sociales que Sebastián Battaglia dejó de ser el director técnico.
"El Club Atlético Boca Juniors comunica que Sebastián Battaglia deja de ser el entrenador del primer equipo de fútbol y le agradece su contribución a lo largo de este ciclo", informó el Xeneize en un escueto comunicado publicado este miércoles por la noche, mientras se jugaba River-Vélez.
"Battaglia, tras su paso por la Reserva, asumió como técnico de la Primera y sumó dos títulos, como la Copa Argentina y la Copa de la Liga, por lo que todo el club le guardará un eterno agradecimiento por su trabajo. Sebastián, Boca siempre será tu casa. Muchos éxitos en tu carrera", completa el texto titulado "Muchos éxitos, Seba".
Luego de la impensada derrota por penales ante los brasileños, Boca (y todo lo que lo rodea) no hizo más que profundizar y acelerar su crisis. Lejos de hacer control de daños y de apaciguar los efectos de la caída casi en la medianoche del miércoles, reabrió sus viejas heridas a cielo abierto.
Las declaraciones posteriores al partido en las que Battaglia se quejó por la falta de agresividad del Consejo de Fútbol en el actual mercado de pases y la salida de Eduardo Salvio empeoraron el clima espeso que empezó a vivirse en la Bombonera no bien quedó sentenciada la derrota prematura. Ante la constatación de que sus palabras habían caído de mala manera en el plantel y que tampoco habían tenido eco favorable en el Consejo que lidera Juan Román Riquelme, a su llegada al complejo de Ezeiza, Battaglia pidió la palabra para hacer las aclaraciones del caso.
"No expuse a mis jugadores y estoy orgulloso, lo dije anoche (por la conferencia de prensa post eliminación). Quedo como un maleducado si no respondo y como un periodista me preguntó sobre este tema de los refuerzos, yo lo respondí", señaló el entrenador. Luego agregó: "Se está instalando que el plantel tomó mal mis declaraciones y no es así. Yo dije que me sentí representado por ellos y por lo que hizo el equipo. Lamentablemente nos quedamos afuera porque no la pudimos meter y el fútbol es así", analizó Battaglia, quien se bajó de su auto particular e interrumpió un móvil televisivo para hacer su descargo. De película.
"Todos los entrenadores pedimos refuerzos y pedimos en lugares que creemos que se puede potenciar al plantel actual. Es lógico. Si el periodismo la quiere dar vuelta y apuntar para otro lado ya es algo que no me incumbe. Es normal pedir refuerzos en los comienzos de la temporada", explicó Battaglia quien admitió como una autocrítica que quizás debió haber incluido al centrodelantero Luis Vázquez para abrir el cerrado esquema defensiva que llevaron los brasileños a la Boca.
Riquelme y el resto de los integrantes del Consejo de Fútbol no pasaron por Ezeiza y todo hacía suponer que, al menos por lo que quedaba del miércoles, no habría novedades. Pero cerca de las 22, en pleno partido de River, el club anunció la salida del histórico jugador xeneize del puesto de entrenador. Un verdadero bombazo.
Ahora Román y compañía deberán buscar el tercer entrenador de su ciclo (el primero fue Miguel Ángel Russo) mientras se las ingenian para reparar el daño económico que le ha provocado otra eliminación en octavos de final. En principio, se perdieron los dos millones de dólares que paga Conmebol por el pase a cuartos, mientras que de calcular un hipotético camino hasta el título la cifra a cobrar hubiese oscilado entre los 20 y 25 millones de dólares. En La Boca faltan dólares y sobran problemas.