El ministro de Defensa de Brasil, Paulo Sérgio Nogueira, volvió a cuestionar este miércoles la seguridad de las urnas electrónicas de cara a los comicios presidenciales de octubre, y aseguró que es un sistema que "siempre necesita mejoras", a pesar de que los equipos pasan por varias etapas de preparación e inspección interna en el ámbito del Tribunal Superior Electoral (TSE).
En un discurso de más de 40 minutos ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional de la Cámara de Diputados, el general se refirió al desempeño de los militares en varios ámbitos de contralor y citó las elecciones. "Sabemos muy bien que este sistema electrónico siempre necesita mejoras. No hay ningún programa que sea inmune a los ataques, inmune a los hackeos. Hay bancos que gastan millones en seguridad y me clonaron la tarjeta hace tres semanas. A mi esposa, el año pasado. Esto es un hecho", dijo.
El ministro se refirió a la Comisión de Transparencia Electoral, que fue instalada por el TSE en setiembre para discutir el proceso electoral y en la que participan varios sectores, incluido el militar. Recordó que hicieron varias propuestas, la mayoría rechazadas, argumentando que era necesario brindar más seguridad al escrutinio. "Las propuestas de las Fuerzas Armadas se han llevado a cabo desde setiembre hasta ahora, con mucha tranquilidad y transparencia", buscando "colaborar y tratar de mejorar el proceso de acuerdo a las exigencias con lo que se lograría con el TSE", sostuvo.
"Nosotros no estamos dudando, ni pensando esto o aquello. Es simplemente un espíritu colaborativo. Ese es el espíritu del equipo de las Fuerzas Armadas. Desde el principio siempre estamos listos, seguimos siendo colaborativos para mejorar el proceso", agregó Nogueira.
El mes pasado, el ministro envió una carta al presidente del TSE, Edson Fachin, quejándose de que las Fuerzas Armadas "no se sienten honradas" por la corte, ya que las sugerencias de mejoras al sistema electoral dadas por los militares no fueron aceptadas.
El TSE rechazó tres de estas sugerencias para las elecciones de octubre y otras cuatro son prácticas implementadas previamente. Entre las solicitudes, exigieron un aumento en el número de urnas cuyo funcionamiento es comprobado antes de la elección y la publicación de un informe de abstenciones y óbitos de electores registrados para controlar el fraude electoral.
En este último caso, el TSE señaló que las entidades de control ya actúan cuando hay evidencias de fraude electoral. En otros puntos se señalaron errores como confusión de conceptos y fallas en los cálculos de los militares para decir que habría riesgo de vulneración en las pruebas de seguridad de las urnas electrónicas.
El presidente, Jair Bolsonaro, quien busca la reelección y aparece segundo en las encuestas, ha expresado en repetidas ocasiones sus dudas sobre el mecanismo con el que fue elegido para el cargo, afirmando que las urnas electrónicas no son auditables -aunque lo son- y defendiendo la aplicación del voto impreso, considerado un retroceso por parte de la Justicia Electoral.
Bolsonaro se ha enfrascado en una serie de enfrentamientos por este tema con el juez del Supremo Tribunal Federal y futuro presidente del TSE, Alexander De Moraes.
El mandatario y los militares afirman que su intención es salvaguardar las elecciones. "Por el amor de Dios, nadie está realizando actos antidemocráticos", dijo Bolsonaro recientemente. "Una elección limpia, transparente y segura es una cuestión de seguridad nacional. Nadie quiere tener dudas cuando las elecciones hayan terminado", añadió.
La falta de fiabilidad de las elecciones puede llevarlo a cuestionar el resultado, advirtió Bolsonaro. "Ha surgido una nueva clase de tramposos que quieren robar nuestra libertad", dijo durante un evento el mes pasado. "Iremos a la guerra si es necesario", añadió.
En la misma línea, el hijo mayor del presidente, el senador Flávio Bolsonaro, advirtió la semana pasada que el gobierno no puede ser responsabilizado si el resultado de las elecciones genera una reacción violenta por parte de los seguidores del presidente.
El Ministerio de Defensa también dijo hace algunas semanas en un comunicado que "las Fuerzas Armadas actúan en estricta obediencia a la ley y la Constitución y se dirigen a defender la patria, garantizar los poderes constitucionales y, a través de cualquiera de ellos, de la ley y el orden".