El Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT-CNT), la central única de trabajadores de Uruguay, realizó este jueves un paro general de 4 horas que incluyó una movilización hacia el Congreso, bajo el lema “Con el pueblo” y en rechazo de lo que considera las políticas de ajuste puestas en marcha por el Gobierno del presidente Luis Lacalle Pou.
El paro y la movilización fueron pensados como “una síntesis de las actividades que se han desarrollado en todo el país”, explicó el titular del PIT-CNT, Marcelo Abdala, al portal de la organización, en referencia a la serie de paros y marchas de distintos sectores en las últimas dos semanas.
El presidente del PIT-CNT dijo que el proyecto de ley de negociación colectiva rebaja los derechos de los trabajadores. “La reforma de la seguridad social aumenta la edad para jubilarse, tenemos rebaja de jubilaciones y además generaliza las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP), por lo que también hay rebaja de derechos”, señaló. Además, se refirió al riesgo de privatización de las empresas estatales que suministran agua (OSE) y telefonía (Antel) en el país.
Los trabajadores se concentraron desde las 9 de la mañana en la Plaza Independencia, ubicada en el centro de Montevideo. Desde allí marcharon por la Avenida 18 de Julio hasta el Palacio Legislativo. También se movilizaron organizaciones sociales vinculadas a ollas populares, cooperativistas y los gremios de estudiantes.
Abdala advirtió que frente al crecimiento del producto interno bruto (PIB), “los sectores que reciben las ventajas de las exportaciones -con altos precios de las materias primas- vienen acumulando una riqueza muy importante”, y, como contracara, “el 37% del nuevo empleo generado corresponde a los jornales solidarios y al Plan ABC”. Según la pagina oficial del gobierno montevidiano, el Plan de Apoyo Básico a la Ciudadanía (ABC) corresponde a un conjunto de medidas para la mejora de la alimentación, empleo, salud, entre otros ejes. El Plan laboral ABC tuvo el sorteo de su segunda el pasado 24 de junio en el que se brindaron 2667 puestos de trabajo temporales.
La marcha tuvo la participación de varias organizaciones sociales: “Hoy, nuevamente, nos movilizamos con el pueblo, con la Red de Ollas, con cooperativistas, pensionistas, feministas, estudiantes, contra el hambre y la carestía, por trabajo de calidad y por salario porque somos nosotras y nosotros los que movemos la rueda.” twittearon en la cuenta del PIT CNT.
“Estamos ante un marco de políticas restrictivas que afectan a las grandes mayorías”, afirmó Abdala. “Nos encontramos con jubilaciones mínimas que no crecen, presupuesto de vivienda que se ha reducido enormemente, medidas anti industriales, medidas que no garantizan la obra pública”, añadió.
En el Palacio Legislativo tuvieron la palabra la integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, Abigail Puig, el representante de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea, Enrique Méndez, el líder del Sindicato Único de las Telecomunicaciones, Gabriel Molina, que declaró en representación de las empresas públicas, e hizo el cierre el vicepresidente de la central sindical, José Lorenzo López.
Frente al Palacio Legislativo comenzaron los discursos: “Como no vamos a salir a la calle si la actividad económica crece y crece a pasos agigantados, crecen los depósitos de la banca nacional en miles de millones de dólares, crecen los depósitos de uruguayos en el exterior en más de nueve mil millones de dólares, crece el producto interno pero la participación de la masa salarial en relación al producto cae sustancialmente.” exclamó el vicepresidente de la central sindical que no dudó en adjetivar de neoliberal al gobierno de turno.
Según el diario uruguayo El Observador, la Federación Uruguaya de Empleados de Comercios y Servicios (Fuecys) decidió adherirse desde la nueve de la mañana hasta “el fin de la jornada”. El Sindicato Médico decidió no adherir, pero sí dejaron sus actividades los funcionarios no médicos de la salud privada. El transporte funcionó con normalidad porque, aunque adhirió a la medida, se trata de un servicio esencial. A diferencia de los taxistas, los docentes de secundaria, los trabajadores de la Universidad de la República y los bancarios que si pararon.