Los presidentes y gobiernos de América Latina lamentaron este viernes el ataque y asesinato del exprimer ministro de Japón, Shinzo Abe, a quien calificaron como un "amigo" de varios países de la región.
Abe, de 67 años, fue baleado con un arma casera cuando participaba en un acto de campaña en la ciudad de Nara, la antigua capital de Japón. El exprimer ministro visitó Latinoamérica en varias ocasiones durante su gobierno entre 2012 y 2020, cuando dejó el cargo por problemas de salud.
El brasileño Jair Bolsonaro fue uno de los primeros en responder al ataque con un mensaje en sus redes sociales y decretó luto en Brasil por tres días. En Twitter, señaló que el exmandatario fue “un brillante dirigente” y un “gran amigo de Brasil”.
“Como muestra de nuestro respeto por el pueblo japonés, de reconocimiento a la amistad de Shinzo Abe con Brasil y de solidaridad ante la crueldad injustificable, decreté luto oficial en todo el país por 3 días. Que tu asesinato sea severamente castigado. Estamos con Japón”, culminó Bolsonaro, además de compartir una foto con Abe tomada en enero de 2019.
El jefe de Estado argentino, Alberto Fernández, relató que recibió la noticia "con absoluta conmoción" y repudió "este impactante y doloroso atentado contra la democracia y la paz" del país asiático.
Los presidentes de Ecuador, Guillermo Lasso, y Chile, Gabriel Boric, enviaron sus condolencias a la familia del político del Partido Liberal Demócrata (PLD) de Japón. A su vez, Lasso condenó “el ataque violento del cual fue víctima”, mientras que Boric calificó el crimen de “horrible asesinato”.
Por su parte, el presidente saliente de Colombia, Iván Duque, lamentó el fallecimiento y señaló que su país siempre lo recordará “como un líder muy cercano a Colombia. Solidaridad con su familia y el pueblo japonés”. En tanto, Mario Abdo, el presiente de Paraguay, recordó, con una fotografía, la visita del exprimer ministro a su país en diciembre de 2018.
El canciller de México, Marcelo Ebrad, lamentó el ataque, mientras que su par cubano, Bruno Rodríguez, condenó el crimen y destacó el “aporte a las relaciones con Cuba” por parte del político japonés.