Elon Musk quiere cancelar el acuerdo para comprar Twitter por U$S 44 mil millones, alegando que "la compañía de redes sociales no ha cumplido con sus obligaciones contractuales", según un escrito presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos.
El portal especializado Axios aseguró este viernes que esto podría generar una pelea legal entre Musk y Twitter, con un tribunal de Delaware como árbitro. Y, por otro lado, se aduce que el magnate renunció "en gran medida a la diligencia" antes de aceptar comprar Twitter a un precio que parecía alto, incluso antes de la caída generalizada de las acciones tecnológicas.
Desde que firmó el convenio entre ambas partes, Musk argumentó que era probable que Twitter estuviera subestimando la cantidad de cuentas "bot" en su plataforma y exigió acceso a esos datos. En tanto, Twitter le ha proporcionado solo algunos datos, aunque mantuvo la intención de cerrar la oferta millonaria y en los términos acordados con el dueño de Tesla y Space X.
En su carta a la Comisión de Bolsa y Valores, Musk también argumentó que con la decisión de Twitter de despedir a dos altos ejecutivos incumplió el acuerdo de fusión, al igual que ciertos despidos de empleados y congelaciones de contratación.
Por otro lado, sus abogados enviaron una carta a Twitter, donde sostuvieron: “El señor Musk ejerce (el) derecho de terminar el acuerdo de adquisición y abandona la transacción”, con una copia a la comisión de Bolsa y Valores (SEC).
Según The Washington Post, la oferta de compra de Twitter por parte del megamillonario sudafricano, "corre serio peligro". Y alude a fuentes que indicaron que el equipo del hombre más rico del mundo ha cesado ciertas negociaciones para financiar la operación.
La agencia AP, por su parte, señaló que "no está del todo claro" si el consejo de administración de la compañía aceptará los 1.000 millones de dólares de la comisión por cancelación o si habrá una batalla judicial por el incumplimiento del acuerdo.
Musk, con más de 100 millones de seguidores en esa red social, había amenazado con detener la operación, a menos que la compañía demostrara que las cuentas de spam y bots representaban menos del 5% de los usuarios que en como publicidad en esa red social.
Y sobre el mismo punto, sus abogados, habían dicho que Twitter no había respondido -o que se había negado a responder- las solicitudes de información sobre esas cuentas en la plataforma, fundamental para el desempeño comercial de la empresa.