La probabilidad de una fase de recesión global continúa incrementándose en la medida que pasan los meses. En uno de sus últimos informes el Instituto Internacional de Finanzas consideró que lo que en principio parecía un problema en la zona Euro ahora es una amenaza para Estados Unidos. Las subas de la tasa de interés de la Reserva Federal están empezando a generar impacto en esa economía a través de distintos mecanismos. Uno de los más importantes es el efecto sobre los costos de las hipotecas y el mercado inmobiliario.
“Hace tiempo que venimos advirtiendo de la recesión mundial. Nuestra atención se centró en la zona Euro debido a la invasión de Rusia a Ucrania. Sin embargo, la mayor sorpresa a la baja en nuestro seguimiento de datos globales es Estados Unidos, donde el fuerte aumento de las tasas de interés de los créditos hipotecarios está empujando el mercado de viviendas a una profunda recesión”, detalló el documento de esta entidad que es referencia para los grandes bancos globales y los principales fondos de inversión internacionales.
El costo de las hipotecas marcó su mayor incremento en términos reales en casi 15 años y muestran uno de los múltiples problemas que enfrenta a mediano plazo el mercado interno estadounidense (impulsados por el fin de ciclo de superliquidez de la Reserva Federal). “La rápida desaceleración de los Estados Unidos empuja para que nuestro pronóstico de expansión de la economía global pase directamente de un valor cercano a cero a marcar una contracción”, se indicó.
El documento del Instituto Internacional de Finanzas no deja lugar a la duda sobre la probabilidad de entrar en una fase de crisis económica tanto para países desarrollados como para los emergentes. “Siempre nos preocupamos cuando hay muchos impactos diferentes al mismo tiempo. Este es en gran medida el caso ahora y el riesgo de recesión global está aumentando considerablemente”. El punto es que las dificultades de la economía de Estados Unidos generan efectos en cadena frenando el crecimiento en otros países.
Este último problema se incrementa por las tensiones que registran también otras potencias como Alemania, la cual está afectada por distintos elementos como la suba del precio de los combustibles a partir de la guerra en Ucrania y la dificultad para garantizar el abastecimiento normal de gas. Una situación que puede llegar a empeorar a medida que se acerque el invierno europeo.
“Los datos de Europa se siguen deteriorando liderados por la situación de Alemania. Los indicadores adelantados de la actividad de ese país como los pedidos anticipados de inventarios del índice manufacturero cayeron a niveles que no se veían desde la crisis financiera de 2008 (exceptuando la situación extraordinaria de 2020 provocada por la crisis sanitaria del coronavirus)”. Se agrega que los niveles de confianza del consumidor (usado como un indicador aproximado de la demanda) languidecieron y se ubican en cifras por debajo de los registrados con el shock de la Covid-19 en 2020, un dato que muestra el tamaño de las tensiones.
El Instituto Internacional de Finanzas considera que es poco realista considerar que el final de la pandemia se encuentra cerca. “Parece poco probable que el coronavirus siga en una etapa de desaceleración de casos a nivel global. En cambio, parece factible suponer que se registrarán más mutaciones y oleadas de infecciones, lo que requerirá más apagones en distintos sectores para contener los contagios. En resumen, las cosas se ven sombrías para el panorama mundial”.