La Cámara de Apelaciones y Exhortos de la provincia resolvió no hacer lugar al pedido de archivo de la causa solicitado por el policía Felipe Manuel Varela, acusado por reiterados hechos de violencia de género. Las denuncias fueron radicadas en el 2020 y la sobreviviente debió irse a otra provincia ante la inacción de la Justicia y el hostigamiento de Varela.

La audiencia se había realizado el 1 de julio, en ella el abogado defensor de Varela había argumentado que ante la inacción del entonces fiscal de Cuarta Nominación, Ezequiel Walther, la causa debía ser archivada. Sin embargo, la jueza Elena Berrondo Isí resolvió no hacer lugar a este pedido. Los argumentos se conocerán el 29 de julio. Ahora, la Fiscalía deberá continuar con la investigación e imputarlo.

La sobreviviente, quien estuvo casada con el policía, había advertido que la estrategia de Varela era presentar recursos para dilatar el proceso judicial y de esta manera lograr que la causa prescriba y él pueda eludir a la justicia.

Las denuncias contra el policía fueron radicadas por la la mujer en 2020, sin embargo la causa no avanzó y fue sólo como consecuencias de presentaciones realizadas al Ministro de Seguridad y a la Corte de Justicia que se le ordenó el retiro del arma, aunque no fue pasado a disponibilidad.

"Yo no sé como hice para sobrevivir"

La mujer había relatado su historia de violencias a Catamarca/12. Fueron años de hostigamientos, golpes y amenazas con su arma reglamentaria. “Estaba muy sola. Le empecé a contar a mis amigas cuando la violencia fue más extrema. Me veían marcada y tenía miedo por mi hijo. Él empezó a romperme el auto, la cuna, el tv, los muebles. Me golpeaba la cabeza contra la guantera del auto. No había freno. Llegue a hacerme la desmayada o la muerta para que me deje de pegar”, dijo .

En tanto, explicó que demoró en radicar la denuncia porque Varela era el Jefe de Servicio del número de emergencias.” ¿A quién vas a llamar, al 911?”, se burlaba mientras la apuntaba con el arma.

La joven tuvo que irse de la provincia para evitar que siga violentándola. “A Varela no le importaron las denuncias ni la perimetral impuesta. Llamaba a mi mamá y a mí todo el tiempo. Hice las denuncias pero él siguió y sigue. Se paseaba por la puerta de mi casa y pasaba a 20 metros mío. Es por eso que pensé y dije que si no me iba me mataba y me vine a vivir a Córdoba. Yo no sé cómo hice para sobrevivir. Pero sé que si la causa prescribe él se me viene encima”, había contado.

Fueron las asociaciones feministas quienes la ayudaron a sostenerse y quienes emitieron varios comunicados en la prensa para visibilizar el caso, sobre todo teniendo en cuenta que el policía seguía en funciones. El último fue dirigido a la Jueza de Apelaciones en donde solicitaban que envíe el expediente a la fiscalía “para que se concrete finalmente la imputación y Varela enfrente un juicio como corresponde”.