El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, renunciará la próxima semana a su cargo, después de que miles de manifestantes irrumpieran este sábado en su residencia en el marco de una protesta por la crisis económica y escasez de productos en el país en la que pedían su dimisión, anunció el titular del Parlamento, Mahinda Abeywardana.
"Para garantizar una transición pacífica, el Presidente dijo que presentaría su renuncia el 13 de julio", adelantó el legislador en una declaración televisada, después de que el primer ministro y antiguo rival del mandatario, Ranil Wickremesinghe, pusiera su renuncia a disposición para dar lugar a un Gobierno de unidad nacional.
Los incidentes
La cadena privada Sirasa TV mostró imágenes de una enorme muchedumbre irrumpiendo en el palacio presidencial en la capital Colombo, mientras que por redes sociales circulaban videos de las personas ya en el interior del lugar.
En estas grabaciones se ve a los manifestantes circulando por las habitaciones de la mansión, un edificio de la época colonial situado junto al mar, acostados en la cama del mandatario y hasta utilizando la pileta.
El presidente huyó antes y fue "escoltado a un lugar secreto" por el ejército, detalló una fuente de Defensa que por una cuestión de seguridad no reveló la ubicación. De acuerdo con este testimonio, los soldados que custodiaban la residencia oficial dispararon al aire para disuadir a los manifestantes de acercarse hasta que Rajapaksa fuera evacuado.
Tras tomar la residencia presidencial, otro grupo de personas entró en las oficinas del mandatario, también en la capital, mientras otros tantos se concentraron en las puertas del Banco Central del país. Poco después, una muchedumbre atacó e incendió la residencia del primer ministro, que no se encontraba en el lugar, ya que había sido trasladado a una ubicación segura.
Al menos 34 personas, entre ellos dos policías, resultaron heridas cuando los manifestantes pujaban por entrar a la vivienda presidencial. Dos de los heridos estaban graves, de acuerdo a la información del Hospital Nacional de Colombo.
La crisis económica
Sri Lanka atraviesa la peor crisis económica desde su independencia de Reino Unido en 1948 y sufre escasez de combustibles, alimentos y medicamentos debido a la falta de divisas, que se suma a una alta inflación.
Este país insular de 22 millones de personas, situado al sur de India, lleva meses con cortes de electricidad, largas filas de espera para comprar combustible y un alza de precios récord, lo que generó frecuentes manifestaciones y disturbios masivos.
El gobierno declaró una moratoria sobre su deuda externa por 51.000 millones de dólares y, según sus autoridades, necesita unos 6.000 millones de dólares en ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de países como India y China para salir adelante durante los próximos seis meses.
La ONU estima, entre otras cosas, que alrededor del 80 por ciento de la población se salta las comidas para hacer frente a la escasez y al aumento de los precios.
Según las autoridades, unos 20.000 soldados y policías habían sido enviados a Colombo para proteger al Presidente y el viernes se decretó un toque de queda en un intento de disuadir a los manifestantes de salir a la calle.
Pero esta medida logró el efecto contrario y en las calles de la capital, cientos de miles de personas participaron este sábado de las protestas que inicialmente fueron encabezadas por los monjes budistas del país y secundadas por asociaciones civiles, artistas, profesores, escritores y otros profesionales.
Cómo sigue
Wickremesinghe, que es el próximo en la línea de sucesión si Rajapaksa dimite, convocó a una reunión de urgencia del gobierno para debatir sobre una "salida rápida" de la crisis y aseguró que está dispuesto a renunciar, después que se lo pidieran los líderes de los partidos en el Parlamento
"Wickremesinghe le expresó a los líderes de los partidos que está dispuesto a renunciar como primer ministro y dar paso a que un gobierno de todos los partidos se haga con el control", indicó el portal local Newswire.
Tras ese encuentro, los servicios del primer ministro dijeron que "para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos de Sri Lanka es favorable a esta recomendación de los partidos de la oposición".
La principal fuerza de la oposición, Poder del Pueblo Unido (SJB), exigió la dimisión de las autoridades. La asociación del Colegio de Abogados de Sri Lanka, una de las organizaciones civiles más destacadas del país, también solicitó al mandatario que dimita.