Al menos 19 personas murieron y 16 resultaron heridas en las últimas horas producto de dos tiroteos registrados en dos bares de Sudáfrica, uno ubicado en Soweto, un barrio cercano a  Johannesburgo, y otro en Pietermaritzburgo, en el este del país. 

Las fuentes policiales indicaron que es muy pronto para hacer conjeturas, pero señalaron que el modo de operar de los atacantes en ambos bares fue similar.

Uno de los tiroteos ocurrió durante la madrugada del domingo en un bar de Soweto, cuando un grupo de atacantes abrió fuego contra la multitud, provocando la muerte de 15 personas.

La policía llegó al bar poco después de la medianoche, tras un llamado que alertó sobre lo ocurrido. "Cuando llegamos al lugar había 12 personas muertas por heridas de bala", informó Nonhlanhla Kubheka, comandante de la policía local. 

Las víctimas tenían entre 30 y 45 años, según detalló la fuerza.

En el ataque, también resultaron heridas 11 personas, que fueron transportadas a un hospital, donde 3 de ellas finalmente fallecieron. 

Por el momento, no hay ningún detalle sobre el perfil de los asaltantes. Solo se sabe que "llegaron y dispararon contra la gente que se estaba divirtiendo", explicó Kubheka, que está a cargo de la seguridad local.

En tanto, en Pietermaritzburgo, en el este del país, en la región zulú, dos hombres abrieron fuego de forma indiscriminada contra los asistentes de una taberna. 

Allí, el tiroteo comenzó cerca de las 20.30 hora local y dejó cuatro muertos y ocho heridos, confirmó la portavoz local de la policía, Nqobile Gwala.

"Un grupo de personas bebía en una taberna y un vehículo se estacionó delante" del local, relató la funcionaria. Fue entonces que "dos hombres saltaron del vehículo y entraron al bar, donde abrieron fuego de forma indiscriminada contra los clientes", agregó.

Según Gwala, dos personas murieron en el lugar y otras dos en el hospital, mientras que hay otras ocho personas heridas que tuvieron que ser hospitalizadas.

Los dos incidentes ocurren un año después de la peor ola de violencia que vivió el país desde el fin del apartheid y la llegada de la democracia, y dos semanas después de la  muerte por envenenamiento de 26 personas en Cabo Oriental, también en un bar.