Los manifestantes que exigen la renuncia del presidente de Sri Lanka se negaron el domingo a dejar el palacio presidencial, luego de que irrumpieran el sábado en la residencia obligando al mandatario a huir y anunciar su renuncia esta semana. Los dramáticos acontecimientos de los últimos días son la culminación de una ola de protestas en esta isla, ubicada frente a la costa sur de India y sumida en una crisis económica y política sin precedentes, que los manifestantes atribuyen a la mala gestión del presidente Gotabaya Rajapaksa.
Entre las dimisiones anunciadas del mandatario de Sri Lanka y del primer ministro, Ranil Wickremesinghe, además de las de varios ministros este domingo, la oposición busca tejer alianzas para formar un nuevo gobierno. Naciones Unidas advirtió de la posibilidad de una grave crisis humanitaria mientras que la Unión Europea llamó a garantizar a una transición sin violencia en la nación isleña.
"Nuestra lucha no termina"
La capital de Sri Lanka amaneció este domingo con las calles prácticamente vacías y los comercios cerrados, aunque muchas personas todavía paseaban por la residencia oficial del presidente tras haber pasado la noche. "Me alegré cuando me enteré que el presidente va a dimitir, por eso hemos estado aquí desde hace meses. Ahora estamos jugando a las cartas en su casa", explicó Prabath Sandurwan, de 18 años.
"Nuestra lucha no termina. No abandonaremos hasta que el presidente se vaya de verdad", dijo por su parte el líder estudiantil Lahiru Weerasekara. Cientos de miles de personas permanecen congregadas en Colombo para exigir que Rajapaksa asuma su responsabilidad por la escasez de medicinas, comida y combustible que llevaron a un país relativamente próspero al caos.
Luego de irrumpir en el palacio presidencial, que data de la era colonial, la multitud recorre desde el sábado las ostentosas habitaciones. Algunos saltaron a la piscina y revisaron el armario y las pertenencias de Rajapaksa. Las fuerzas de seguridad recurrieron al uso de gases lacrimógenos y cargaron contra manifestantes y resultaron también heridos algunos periodistas que cubrían los eventos. Una fuente del Hospital Nacional de Colombo, que pidió el anonimato, afirmó que recibieron a 103 heridos durante las protestas.
Renuncia de varios ministros
El ministro de Promoción de las Inversiones, Dhammika Perera, fue uno de los miembros del gobierno en presentar este domingo su renuncia. "Sri Lanka debería identificar rápidamente e implementar una solución que le permita conseguir la estabilidad económica y resolver las necesidades de la gente de este país", dijo Perera en su carta de dimisión.
Además de Perera, un magnate de los casinos nombrado en el cargo hace apenas 16 días, el ministro de Transportes, Bandula Gunawardene, abandonó formalmente el gobierno. Los ministros de Turismo, Harin Fernanda, y Trabajo Extranjero, Manusha Nanayyakara, anunciaron estar dispuestos a dimitir tras haber pasado de la oposición al gobierno de Rajapaksa formado en mayo tras la caída del anterior debido a las protestas.
El analista político Aruna Kulatunga confirmó la salida de un quinto miembro del Ejecutivo, el ministro de Agricultura Mahinda Amaraweera. Estas salidas del Ejecutivo son más un gesto político, explicó Kulatunga, ya que el primer ministro anunció el sábado su dimisión y al hacerse ésta oficial todo el gabinete quedaría disuelto según la Constitución local.
Los partidos políticos de la oposición de Sri Lanka mantenían reuniones este domingo para acordar un nuevo gobierno. Si Rajapaksa y el primer ministro renuncian antes de que se forme un nuevo Ejecutivo, el presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardena, asumirá el cargo de presidente interino, de acuerdo con la Constitución local.
Incertidumbre y crisis alimentaria
Estados Unidos urgió este domingo a los líderes de Sri Lanka a actuar "rápidamente" para buscar soluciones a largo plazo. El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que el bloqueo de Rusia a los granos producidos en Ucrania debido a la guerra "puede haber contribuido" a la crisis.
La comunidad internacional insiste en la necesidad de una transición sin violencia para evitar que el país descienda en el caos en plena crisis económica. La Unión Europea pidió este domingo a todas las partes en Sri Lanka que "cooperen y se centren en una transición pacífica, democrática y ordenada" en un comunicado.
Por su parte la vecina India, que ha proporcionado varios préstamos millonarios al país para paliar la falta de combustibles, afirmó que "está del lado de la gente de Sri Lanka mientras buscan realizar sus aspiraciones de prosperidad y progreso por medios democráticos".
Sri Lanka vive desde hace meses multitudinarias protestas debido al impacto de una de las peores crisis económicas a las que ha tenido que enfrentarse el país desde su independencia en 1948, derivada de la merma de divisas de reservas internacionales y de un gran endeudamiento. La situación es tal que el 70 por ciento de los hogares de Sri Lanka se vio forzado a reducir el consumo de alimentos y uno de cada dos niños necesita algún tipo de asistencia urgente, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La tensión y el descontento aumentó en la isla a finales de marzo, cuando las autoridades impusieron cortes de luz de más de 13 horas. Desde entonces las protestas pacíficas en todo el país para pedir la dimisión del Ejecutivo de Sri Lanka se volvieron habituales, mientras las autoridades tratan de llegar a un acuerdo de rescate con el FMI, una situación que puede echar aún más leña al fuego.