El interrogante para River era conocer la respuesta anímica que exhibiría el equipo ante Godoy Cruz, luego de lo que significó la eliminación ante Vélez de la Copa Libertadores el último miércoles.
Al equipo le costó encontrar la línea de juego, y lo más llamativo fue que no lograba construir acciones ofensivas, algo que suele ofrecer con continuidad. La primera acción de peligro fue a favor de los mendocinos, a los 17 minutos, cuando Allende conectó con la cabeza un envío desde la izquierda, y la pelota salió al lado del palo.
La falta de inventiva para avanzar en el terreno rival se profundizó con los errores defensivos, y Godoy Cruz lo aprovechó muy bien. El conjunto visitante fue inteligente para sacar ventaja de ello, y en tres minutos convirtió dos goles.
Ojeda definió ingresando por el centro, quebrando el adelantamiento de la última línea, y con un toque de zurda marcó el primero. River, de inmediato, se desacomodó atrás y Godoy Cruz hizo circular la pelota de derecha a izquierda para finalizarla por el centro, y Abrego aumentó el resultado con un tiro cruzado.
La primera aproximación de River con riesgo llegó finalmente cuando se terminaba el primer tiempo, en el momento que Beltrán remató cruzado desde la derecha, y la pelota salió por el otro lado.
El técnico de River buscó la reacción de sus jugadores en el segundo tiempo, y decidió cuatro modificaciones para encarar esa etapa. Esa determinación, sumado a que los visitantes jugaban con diez hombres desde el final de la primera parte por la expulsión de Ferrari, provocó que el equipo se adelantara en el terreno en busca del descuento.
El mejor posicionamiento apareció y el juego se desarrollaba en las cercanías del área de Rodríguez, pero entre el arquero y la falta de lucidez en la definición impedían el gol de River.
Los minutos pasaban y la paciencia de la gente se iba terminando, de la misma manera que River se diluía en la cancha. El entusiasmo aparecía, pero el fútbol seguía ausente. Inclusive, por momentos, no se notaba que el equipo local tenía un jugador más.
El final encontró a River con mucha impotencia para poder revertir la situación, y la derrota agudizó el mal presente que atraviesa el plantel. El miércoles, por la Copa Argentina, tendrá espacio para empezar a cambiar esa realidad.