Marcelo Gallardo vivió este domingo una de sus peores noches desde que es técnico de River, más allá de importancia del encuentro. Es que la derrota de su equipo 2-0 ante Godoy Cruz en Monumental despertó su peor cara, con insultos al árbitro Nicolás Lamolina, los que motivaron su expulsión, y luego la suspensión de la habitual conferencia de prensa, por lo que no brindó explicaciones de lo sucedido, ni en la cancha ni fuera de ella.
El pobre rendimiento de River, que recibió dos goles en tres minutos y ni siquiera pudo lograr el descuento por más que Godoy Cruz se quedó con un jugador menos en el primer tiempo de manera injusta, alteró los nervios de Gallardo. Durante el partido, el entrenador resolvió hacer cuatro cambios en el entretiempo, en clara muestra de fastidio por lo que había visto en esos primeros 45 minutos.
Sin embargo, el enojo del "Muñeco" fue en aumento y terminó de explotar cuando el partido ya se acababa. "No tenés los huevos para echarme, pelotudo", le dijo Gallardo a Lamolina, luego de que el árbitro le mostrara la tarjeta amarilla por protestar. El técnico se quejaba por el poco tiempo de descuento que había otorgado y por la reciente expulsión de Rodrigo Aliendro. El insulto, realizado cara a cara, fue un desafío al hijo del exárbitro Francisco Lamolina, quien inmediatamente le mostró la tarjeta roja.
Con la expulsión consumada y cuando todos los periodistas esperaban por la habitual conferencia de prensa, el técnico riverplatense informó a través de los encargados de prensa del club que el encuentro estaba suspendido.
Durante el partid, River se vio favorecido por la expulsión del defensor visitante Gianluca Ferrari, que Lamolina decretó tras mostrarle dos tarjetas amarillas en acciones consecutivas con lo que no pudo intervenir el VAR, cuando la primera de ellas no ameritaba porque no había existido infracción alguna.
Y previamente, por una mano intencional cuando estaba amonestado y también por una fuerte infracción, no había expulsado al defensor riverplatense Leandro González Pírez, cuando por cualquiera de esas dos acciones correspondía hacerlo. Sobre el final del juego, Aliendro vio la roja en una acción en la que no pareció haber ninguna infracción.