Un religioso del Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Venado Tuerto fue denunciado por una alumna por episodios de abuso sexual ocurridos entre 2018 y 2019 . El hombre, identificado como Pedro O. ahora enfrenta una causa que se elevaría a juicio en agosto y que podría resultar en una pena máxima de 10 años de prisión. La causa quedó en manos de la fiscal Florencia Schiappa Pietra, quien en octubre imputó al director por abuso sexual simple, agravado por la guarda.

El denunciado integraba la comunidad religiosa del Sagrado Corazón de Jesús a nivel nacional, era profesor y se desempeñaba como director de nivel primario, pero  abandonó el cargo y se fue de la ciudad luego de la imputación. Además, se le impuso la prohibición de ocupar cargos en instituciones educativas que lo ubiquen en relación con niños y adolescentes.

El caso llegó a la Justicia luego de un largo proceso por parte de la víctima y su familia. Según los investigadores, la causa se sustenta principalmente en la entrevista en cámara Gesell a la menor, cuyo relato es contundente. La pretensión es sumar testimonios de otras niñas que también habrían sido abusadas, según la cronología que se obtuvo de la víctima.

“A ella no le gustaba la forma en que el hermano Pedro le hablaba a alguna chica y las agarraba de la cintura. En ese momento, le pregunté si le había pasado algo y me dijo que no. Pero me quedó resonando esa situación. Ella comenzó a tener muchos síntomas: le dolía la cabeza, la panza. Hasta que nos recomendaron llevarla a la psicóloga porque podía ser emocional”, relató la mamá.

Posteriormente, la nena comenzó a faltar a clases por fuertes dolores de cabeza y luego de tres meses le diagnosticaron migrañas. "En ese momento se avecinaba el viaje de estudio a Córdoba. Y en un pijama party, el papá escuchó una charla con las amigas en donde decían que 'el hermano Pedro iba al viaje, ellas no se meterían a la pileta, porque no se querían poner las mallas delante de él”, contó. Finalmente, el hombre no viajó.

“La nena no volvió al colegio porque comenzó a sufrir ataques de pánico. Ya estaba con tratamiento psicológico y psiquiátrico. En diciembre tenía que rendir y no pudo. Así que terminó 7º grado rindiendo en marzo, con mi compañía. Y luego la cambié de escuela”, precisó la mamá.

“Para ella la pandemia fue la panacea porque todo lo que le pasaba quedaba dentro de las paredes de su cuarto. Los síntomas de ataque de pánico se aplacaron, pero el problema fue cuando tuvimos que empezar a salir. En 2021 pudo contar todo lo feo que le había pasado. La niña dijo que “el hermano Pedro la tocó en varias ocasiones. A él le gustaban mucho las matemáticas, por eso hacía un cuadernillo que lo entregaba a comienzo de año. Luego llamaba a las alumnas de a dos: una esperaba afuera de la sala de dirección y la otra entraba. Era ahí que la retaba, le gritaba y la tocaba en las zonas íntimas”, aseguró la madre.