El Ejecutivo municipal volvió a poner en marcha el Presupuesto Participativo 2023, aquella iniciativa de participación ciudadana que arrancó en 2002 en Rosario y mereció no pocas críticas porque no siempre lo votado se ejecutó, aunque también considerable adhesión en la población, año tras año. 

El programa reabrió desde ayer para que los vecinos y vecinas elijan y den prioridad entre 50 iniciativas debatidas en los últimos meses en los consejos barriales que impulsó la Municipalidad con vecinales y organizaciones civiles de los seis distritos. De lo que la ciudadanía vote hasta el 29 de julio, se definirán proyectos que serán ejecutados en 2023. Los requisitos, solo tener más de 16 años y domicilio en Rosario.

La elección de proyectos se hace de manera online a través del sitio web municipal, o de manera presencial en diferentes efectores oficiales. Para ello, el Ejecutivo reserva 1.200 millones de pesos de su presupuesto para ejecutar seis de las obras más votadas por los vecinos, esto es una por cada distrito municipal y dentro de la primera mitad del año próximo. 

"Estamos iniciando la votación de los proyectos del Presupuesto Participativo 2023, en este caso, a diferencia de años anteriores, lo que hicimos fue trabajar sobre Consejos Barriales, hubo más de 600 y en esa instancia generamos un banco de ideas con las principales problemáticas e iniciativas de los vecinos y vecinas y, en base a ello, elaboramos 50 proyectos, que son más grandes que en las ediciones anteriores", dijo ayer el secretario de Modernización y Cercanía municipal, Germán Giró.

Las rondas de consulta empezaron hace dos años, aun en medio de la pandemia y a duras penas. Así el municipio llegó a involucrar en las consultas a unos 8000 vecinos con un total de 600 ideas para llevar a cabo. Ese corpus de iniciativas se fue puliendo y condensando en los 50 proyectos definitivos.

Entre tanta diversidad de intenciones, destacan el mantenimiento de plazas, o la creación de algunas, la erradicación de basurales, construcción y reparación de veredas, y también los talleres de formación en oficios. 

"Trabajamos los proyectos en los Laboratorios Ciudadanos que funcionaron en los seis centros de distrito, en donde vecinos y vecinas pudieron enriquecer la información. Tras toda ronda de diálogos se habilitó la votación", explicó Giró.

Los puestos de votación presencial se apostaron en puntos clave de afluencia vecinal como los centros de distrito, algunos centros de salud, el Cemar, etc. 

"Cada persona puede elegir hasta tres proyectos que pueden ser de su distrito o no; al finalizar estas tres semanas, quedarán seis proyectos por montos importantes. Y esta es una gran diferencia en las ediciones anteriores, tendremos un proyecto grande por distrito, que van a ser incorporados para ser ejecutados en el primer semestre del año que viene", señaló el funcionario municipal.

Con ese detalle, procuran incurrir en falencias de ediciones anteriores, cuando muchas veces quedaban proyectos votados sin su consecuente concreción.

En este caso, la organización prevé que además de los seis proyectos más votados, pueda sumarse otro más si se consigue una fuente de financiamiento extra, por fuera de los 1.200 millones de pesos que asigna el presupuesto municipal.

"Este año es un gran desafío –agregó Giró– porque se vuelve a realizar de manera digital pero después de la pandemia, a través de un formulario muy sencillo. Estaremos en cada distrito con tablets, en ese sentido, va a ser virtual pero vamos a llevar la tecnología a cada uno de los distritos, nos acercaremos a cada uno de los vecinos y las vecinas de la ciudad".