La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de la ciudad fueguina de Río Grande advirtió que los trabajadores rechazaron el aumento salarial de 17 por ciento ofrecido por empresas del sector a pagar en tres veces por considerarlo “insuficiente”. A su vez, advirtieron que BGH amenaza con despedir a otros cien empleados.
“La oferta de Afarte (Asociación de Fabricantes Argentinos de Terminales) es totalmente insuficiente, es una tomada de pelo”, aseguró ayer el sindicalista Cristian Decastelli, miembro también de la conducción de la UOM Seccional Río Grande. “Proponen un 17 por ciento en tres veces, un 11 a partir de julio, un 3 por ciento en noviembre y otro 3 por ciento en febrero de 2018”, fustigó. El delegado gremial indicó que también les ofrecieron “un presentismo de 1.200 pesos, que se pierden si se falta dos veces en el mes, y un premio a la producción de 1.000 pesos, también condicionado si hay dos paradas al mes en la línea de producción”. “Nos parece una burla y por eso fue rechazado”, ratificó Decastelli.
El delegado contó además que “la empresa BGH viene amenazando y dicen que necesitan sacarse compañeros de encima”. “En estas últimas semanas tuvimos reuniones porque dicen que a fines de junio - cuando terminen las suspensiones con las que venimos desde hace cinco meses- ellos están dispuestos a despedir alrededor de cien compañeros”, comentó. En este sentido, el gremialista advirtió que “vamos a hacer las medidas que tengamos que hacer, para defender los puestos de trabajo de todos los compañeros”. El delegado de BGH señaló que “ha habido arreglos voluntarios, con los cuales se han ido alrededor de 240 compañeros, pero la empresa sigue diciendo que le sigue sobrando gente”.
Desde la UOM reclamaron que “así como muchas veces ha hecho esfuerzos la gente, que ahora haga un esfuerzo la empresa”. “Durante mucho tiempo la gente ha hecho esfuerzos para que la empresa siga acá, así como en el año 2007 cuando se quemó la planta y los compañeros pusieron mucho para que la fábrica se volviera a abrir”, recordó. Decastelli alegó que “ahora cuando baja un poco la producción, que la empresa quiera despedir a los compañeros nos parece una tomada de pelo”, e insistió en que “estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para defender los puestos de trabajo”. Tierra del Fuego atraviesa una dura crisis por la decisión del gobierno nacional de reducir o incluso eliminar aranceles a la importación de productos electrónicos.