Las autoridades sanitarias de los Estados Unidos están preocupadas por el avance de la subvariante BA.5 de Ómicron, que se ha vuelto la dominante del virus en ese país en cuestión de semanas. Podría ser un proceso que derive en la segunda mayor ola de la pandemia en ese país, indicó el diario británico The Guardian.
Esto también se produce en un momento en el que gran parte de Estados Unidos ha relajado casi todas las restricciones por la covid-19 en público y en el que la vida ha regresado en gran medida a la normalidad, detalló el informe recientemente publicado.
"Es muy claro que la covid-19 no ha terminado. Estamos viendo incrementos dramáticos en el número de casos y hospitalizaciones en muchos lugares de todo Estados Unidos" , advirtió Jason Salemi, profesor asociado de epidemiología del Colegio de Salud Pública de la Universidad del Sur de Florida citado en el reporte.
"Mientras BA.5 empieza a afectar a Estados Unidos vamos en la dirección equivocada" , alertó Salemi, y añadió: "Lo hemos visto venir por un tiempo. Hemos visto que circula de manera bastante inalterada".
Más de uno de cada tres estadounidenses viven en un condado con riesgo medio de coronavirus y uno de cada cinco tienen un riesgo elevado, de acuerdo con los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). Según Salemi, se trata de la mayor proporción de personas en el país en situación de riesgo desde febrero.
La advertencia de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió este martes mantener la emergencia internacional por la pandemia de covid-19, en vigor desde hace casi dos años y medio, y alertó de los peligros que entraña la actual relajación en el seguimiento de los contagios que se advierte en muchos países.
"Hay una enorme desconexión entre la percepción que se tiene de la covid entre comunidades científicas, líderes políticos y opinión pública", lamentó en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tras confirmar que el organismo mantiene el máximo nivel de emergencia por la pandemia.
Tedros optó por ello después de recibir las recomendaciones del Comité de Emergencia para la covid, que se reúne cada tres meses para analizar la situación de la pandemia y lo hizo por duodécima vez el pasado 8 de abril.
Tras tres horas y media de deliberaciones, los expertos del comité, presidido desde enero de 2020 por el epidemiólogo francés Didier Houssin, concluyeron que la covid "sigue constituyendo un evento extraordinario que aún impacta de forma adversa en la salud global".
El comité advirtió por otro lado de que el descenso en los tests en muchos países, en un momento de proliferación de casos leves en aquellos con altas tasas de vacunación, está afectando a la capacidad de los expertos para analizar la evolución del coronavirus.
Lamentaron en este sentido "la reducción en la cobertura y en la calidad de la vigilancia", que se traduce entre otras cosas en un menor envío de secuenciaciones genómicas de casos de covid en todas las regiones.
"El virus está circulando libremente y los países no están gestionando eficazmente el riesgo de acuerdo con sus capacidades", aseguró en este sentido el director general de la OMS, quien advirtió del impacto que en muchas regiones está teniendo el "covid largo", o el mantenimiento de síntomas en pacientes ya recuperados.
Incluso con un menor control de la pandemia, en las dos últimas semanas se ha reportado un aumento del 30 por ciento en los casos de covid a nivel global, a causa principalmente de los sublinajes BA.4 y BA.5 de la variante ómicron, advirtió el Comité de Emergencia.
"Nuevas olas del virus muestran una vez más que la covid está lejos de su final", resumió Tedros, mientras los expertos del comité aseguraron que la dinámica de la covid continúa siendo "impredecible".
Las recomendaciones
A la luz de la situación el comité sugirió medidas para recuperar niveles de vigilancia anteriores, que podrían incluir una mejor integración en los datos nacionales de los resultados de las pruebas de autotest que muchos ciudadanos se practican actualmente, en sustitución de las pruebas PCR o los tests de antígenos.
Los expertos mantuvieron la recomendación de vacunar al menos al 70 por ciento de las poblaciones nacionales para reducir los casos graves y los fallecimientos, y aconsejaron ayudar a los países que no han alcanzado aún tasas del 20 poro ciento con el fin de que puedan desarrollar estrategias para ampliar las inoculaciones en sus territorios.
Al mismo tiempo recomendaron que sigan las medidas para reducir la expansión del virus en eventos multitudinarios, y otras individuales tales como el uso de mascarillas, el distanciamiento físico o la higiene frecuente de manos, aplicadas desde el inicio de la crisis sanitaria hace ya dos años y medio.