En Europa, los termómetros volvieron a registrar niveles excepcionales. España, Portugal y Francia sufren una nueva ola de calor con temperaturas de 40 grados, lo que no sólo se refleja en las fotos del andar agobiante en las ciudades sino que provoca un impacto en los suelos, los glaciares alpinos e incendios forestales.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que la nueva ola de calor, la segunda del verano boreal, se intensicar y se va a expandir más allá de la península Ibérica y Francia, donde esperan el pico del calor para el sábado o martes de la próxima semana.
En tanto, especialistas aseguraron que la ola de calor tiene relación directa con las consecuencias del calentamiento global, que aumentan la intensidad, duración y frecuencia de los fenómenos climáticos.
En ese sentido, la vocera de la OMM, Clare Nullis, explicó que estas temperaturas extremas producen sequías con "suelos muy, muy secos", e impactan en los "glaciares en los Alpes, que están siendo muy castigados en este momento". "Ha sido una estación muy mala para los glaciares. Y estamos aún en un momento relativamente temprano del verano", advirtió.
A principio de mes, una avalancha de hielo, nieve y rocas se registró en la Marmolada, el pico más alto y el mayor glaciar de los Dolomitas, una cordillera en los Alpes orientales italianos. El derrumbe del enorme bloque glaciardejó once muertos.
España, Francia y Portugal
En España, las temperaturas volvieron a superar este martes la barrera de los 40 grados en una buena parte del sur y oeste del país, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que alertaba también sobre la posibilidad de que se alcancen unos muy inusuales 42 grados en la provincia de Orense, en Galicia.
Como consecuencia de las altas temperaturas, varios incendios forestales avanzan en distintos puntos del país y en Extremadura ya se habían quemado 2.500 hectáreas de vegetación.
La ola de calor afecta también a Francia, donde se prevén temperaturas de entre 36 y 38 grados en el suroeste y en el valle del río Ródano, con picos posibles de 39 grados. La agencia francesa Météo France espera una ola de calor que dure al menos de "ocho a diez días", con sus peores momentos entre "sábado y martes próximos".
Una situación que llevó a la primera ministra, Elisabeth Borne, a llamar al gobierno a movilizarse para enfrentar un fenómeno que "tiene un impacto muy rápido en el estado de salud de la población, en particular de las personas más vulnerables".
En Portugal, el riesgo de incendio llevó a las autoridades a cerrar el parque de Sintra, situado al oeste de Lisboa, donde varios palacios atraen a turistas del mundo entero. "Ante la gravedad de la situación meteorológica prevista hasta finales de la semana, es fundamental observar una máxima prudencia", declaró el primer ministro portugués, Antonio Costa.
Como señal del peligro, un incendio que quemó 2.000 hectáreas en Ourém (centro) desde el jueves y que había sido contenido el lunes, se reactivó esta mañana.