Un hueso duro de roer sigue siendo para el Gobierno el comportamiento con los precios de las empresas de consumo masivo. En la misma semana en la que la ministra de Economía, Silvina Batakis y el ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, se reunieron con los fabricantes de productos de la canasta básica, hubo un pelotón de empresas que mandaron listas con aumentos de entre el 5 y el 11 por ciento o bien presionaron para que se tomen los listados con subas de hasta el 30 que enviaron la semana pasada. En esta ocasión, los datos de subas especulativas que viene publicando Página I12 se confirmaron oficialmente vía datos que llevaron las mismas empresas. Y en paralelo el Gobierno se endureció y forzó a correcciones de aumentos y les bajó a los súper la línea de aumentos habilitados que se habían hecho en la gestión Guzmán.
Todo eso ocurrió en el marco de la reunión que mantuvieron este martes Scioli y el secretario de Comercio, Martín Pollera, con ceos del sector supermercados. Los empresarios les plantearon dos cuestiones: hay listados constantes de precios con aumentos por parte de los proveedores y, en paralelo, hay preocupación en el sector por importaciones industriales que afectan a aquellos que tienen producción avícola o frigoríficos, y partes de maquinarias que se usan en los locales comerciales. Ante ese planteo, se manifestó la primera diferencia a favor del Gobierno respecto a la gestión de un conflicto de larga data: a diferencia de lo que pasaba con sus antecesores, Batakis y Scioli no sólo actuán coordinados en precios para bajar línea de que no hay lugar para este tipo de subas, sino que además les dejaron en claro a los supermercados que "no pueden aplicar ningún aumento superior al 3,5 por ciento". Esto es novedoso: la última orden que había dado Guillermo Hang, el ex secretario de Comercio que designó fugazmente el ex ministro Martín Guzmán, les había permitido aplicar aumentos de hasta 7 por ciento.
Si bien la diferencia son algunos puntos, muestra que el Gobierno sabe que se juega la inflación de los próximos meses en cada detalle. Además, Scioli les explicó a los supermercadistas que la idea del Gobierno es que la colaboración se vea en gestos concretos de precios. La referencia es para las empresas que piden dólares para importar y luego aumentan. Por todo esto, también se sentaron en la reunión el secretario de Industria, Ariel Schale; y el subsecretario de Políticas del Mercado Interno, Antonio Mezmezian, que quedó de los tiempos de Roberto Feletti en Comercio. Por el lado de los privados, escucharon y aportaron información sobre precios el CEO de Coto, Guillermo Calcagno; el CEO de Carrefour, Pablo Lorenzo; el CEO de Cencosud, Alejandro Arruiz; el director de Asuntos Corporativos de Changomás, Juan Pablo Quiroga; el gerente General de La Anónima, Nicolás Braun; el director de Asuntos Corporativos de Día, Martín Álvarez Espíndola; el CEO de Toledo, Bernabé Toledo; y el director Ejecutivo de la Asociación Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez.
Invitado por Scioli dado que venían de una actividad compartida se sumó el ministro de Producción bonaerense, Augusto Costa, con fuerte expertisse en la cuestión precios y a cargo de un distrito en el que se está monitoreando fino el abastecimiento de Precios Cuidados. Los super también llevaron números de eso, que tal como adelantó este diario reflejan cifras que van del 40 al 60 del cumplimiento en la provisión. "Nos tienen que informar de cualquier lista con aumentos que se pase", les pidieron funcionarios nacionales a los empresarios.
Los aumentos que llegaron esta semana, entre el 5 y el 11 por ciento, llaman la atención porque el viernes y el lunes varias empresas del consumo masivo se reunieron con el Gobierno para abordar la problemática. En esos encuentros estuvieron referentes de Molinos Río de la Plata, Arcor, Mastellone, Mondelez, Quilmes, Procter & Gamble, Unilever, Coca Cola y Nestlé. Esta última empresa, que produce lácteos, bebidas y alimentos, fue la única de las que mandaron listados esta semana que terminó retirando esas listas de aumentos ante el principio de negociación abierto con el Gobierno.
Luego del encuentro, Scioli destacó la necesidad de “converger a la estabilidad de precios sobre la base del esfuerzo que realiza el Estado Nacional para otorgar las condiciones que permitan el aumento de la productividad y el consumo”. Mientras que Costa ponderó el “trabajo coordinado entre el sector privado y el Estado para garantizar la tranquilidad de los consumidores y dar señales de previsibilidad” y subrayó que “estamos colaborando con el Gobierno Nacional haciendo relevamientos”. Además, apeló al sector supermercadista a “tener la máxima responsabilidad y hacer todos los máximos esfuerzos posibles”. Esta coordinación de Scioli con Batakis y el BCRA (que garantizó que desde agosto se normalizará la autorización de divisas) es una novedad en relación a sus antecesores: el ex ministro de Producción Matías Kulfas se había corrido de la disputa por los precios, Guzmán no articulaba con el Central y la secretaría de Comercio no tenía poder propio. No es eso garantía de resultados, pero sí una diferencia política en un tema serio.