Mariano Llorens se convirtió en el protagonista de la jornada del martes en la Cámara Federal porteña. En el mismo día en que sus colegas archivaron una denuncia en su contra por dos visitas a Mauricio Macri durante la era Cambiemos, el presidente del tribunal de apelaciones de Comodoro Py llamó a investigar las causas que tienen a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner como imputada de manera conjunta y pidió definiciones prontas.
La versión periodística de que Llorens preparaba un voto para reclamar que se unifiquen las investigaciones contra CFK finalmente se comprobó. Llorens y Farah tenían para analizar un recurso que había presentado la defensa de la vicepresidenta --encabezada por Carlos Beraldi-- contra el rechazo del juez Sebastián Casanello de sobreseer a CFK en la causa en la que Lázaro Báez y Leonardo Fariña fueron condenados en abril pasado y que, desde los medios, se conoce como “Ruta del dinero K”.
Farah se inclinaba por sobreseer a CFK mientras que Llorens parecía encaminado a pedir que se imprimiera velocidad y que se investigaran todas las causas de manera conjunta. Como no había acuerdo y estaban uno a uno, tuvieron que sortear a un tercer juez. El agraciado fue Pablo Bertuzzi, otro de los llegados a la Cámara Federal durante el macrismo –como Llorens–. Ante un panorama que se mostraba claramente desfavorable, la defensa de CFK retiró el recurso contra la decisión de Casanello –que, a diferencia de la mayoría de sus colegas, no fue parte de las huestes de Comodoro Py en la persecución al kirchnerismo durante el gobierno de Cambiemos–.
Si bien Llorens podría haber tenido por desistido el recurso en dos párrafos como hizo Farah, el presidente de la Cámara aprovechó para decirle a Casanello que en un “breve plazo” debe resolver la situación procesal de la vicepresidenta. “Corresponde –de manera urgente– que el juez reasuma la instrucción –en este aletargado proceso– para resolver la situación procesal de Cristina Fernández de Kirchner en lo inmediato, oportunidad en la que deberá analizar la prueba contenida en la presente, la sugerida por el Ministerio Público Fiscal –de resultar pertinente– como así también toda aquella agregada en los expedientes vinculados de manera conglobada recordando que se tratan de distintos tramos de conducta asociado a un único designio criminal”, escribió Llorens, que desde principios de años reemplazó a Martín Irurzun al frente de la Cámara Federal –un territorio particularmente hostil para el gobierno nacional–.
La decisión de Llorens se conoce un día después de que la Unidad de Información Financiera (UIF) pidiera la absolución de CFK, Julio De Vido y de funcionarios de Vialidad Nacional en la causa por la supuesta asignación de obra pública en favor de Lázaro Báez en Santa Cruz. Para después de la feria se espera que arranquen los alegatos del fiscal Diego Luciani, que según trascendió podría pedir una condena contra CFK. La Corte Suprema se ocupó semanas atrás de despejar el camino para el Tribunal Oral Federal 2 al rechazar los recursos de la vicepresidenta y de otros de los acusados. Lo hizo más de tres años después de haber amenazado con frenar el inicio del juicio.
Las visitas a Macri
El voto de Llorens se conoció horas después de que sus colegas Irurzun y Roberto Boico archivaran la denuncia que presentó un grupo de abogados por las dos visitas que el camarista le hizo a Macri cuando él ya había sido designado en la Cámara Federal y mientras el líder del PRO ocupaba la Presidencia de la Nación.
Los abogados Rafael Resnick Brenner, Jorge Chueco, José Manuel Ubeira, Andrés Albor y Héctor Rodríguez denunciaron que Llorens se vio con Macri el 17 de diciembre de 2018 en la Casa Rosada y en Olivos el 6 de septiembre de 2019. Por esos hechos, varios de ellos habían pedido que lo apartaran de intervenir en la causa de espionaje que orbita alrededor de los espías conocidos como Súper Mario Bros. Sin embargo, Llorens rechazó correrse y dijo que solo había visto al entonces presidente por motivos “institucionales”. Los denunciantes dicen que mintió. Después de eso, se conoció el fallo en el que sostuvo –junto con Bertuzzi– que no hubo espionaje masivo durante el macrismo sino cuentapropismo de los agentes.
La fiscalía consideró que no había delito para investigar. Sin embargo, Casanello pidió en gran parte las medidas que reclamaron los querellantes. De esa forma, el juez –que durante el macrismo fue víctima de una operación de inteligencia para instalar que había estado en Olivos reunido con CFK– terminó dando por acreditado que el encuentro existió aunque dijo que no se conocía el motivo. En esa tónica, sostuvo que la sospecha no alcanzaba para mantener una investigación abierta.
Irurzun y Boico le dieron la razón. El expresidente de la Cámara Federal e ideólogo de la “doctrina” que permitió encarcelar a funcionarios kirchneristas durante el gobierno de Macri dijo que la “enunciación de una suerte de complot generalizado” no era suficiente para mantener a flote la investigación. Además, rechazó el planteo de que los encuentros podrían haber sido ocasión para concertar algún tipo de alineamiento en las causas que involcuran a funcionarios del gobierno de CFK.
El escándalo por las visitas de camaristas a Olivos o a la Casa Rosada –desatado después de una investigación de El Destape– terminó sin impacto en la Justicia y con escasas posibilidades de tener impacto en el Consejo de la Magistratura. La pesquisa sobre las visitas de los casadores Mariano Borinsky y Gustavo Hornos se desmoronó después de que el fiscal ante la Cámara José Agüero Iturbe dijera que mantener la investigación profundizaría la “ya esmerilada dignidad del Poder Judicial”.