El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, lanzó este martes una batería de medidas que incluyen dos nuevos impuestos temporales a las ganancias extraordinarias de empresas financieras y energéticas. La recaudación será destinada a mitigar el impacto en las finanzas públicas de la crisis económica mundial provocada por la guerra en Ucrania, en un primer día del debate del estado de la nación, que no se celebraba desde hace siete años.
"Este Gobierno no va a tolerar que haya empresas que se aprovechen de la crisis para amasar riquezas", garantizó el mandatario, al detallar ante el Congreso de los Diputados una serie de medidas que buscan proteger el poder de compra de los españoles socavado por la inflación. "Sé que cada vez cuesta más llegar a fin de mes. Comprendo la angustia, la frustración y también el enfado de todos porque también es el mío", dijo Sánchez, que subrayó la necesidad de tomar precauciones para el ahorro energético, como usar menos la calefacción y aire acondicionado.
Así, el ejecutivo "va a poner en marcha un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas que le permitirá al Estado recaudar unos 2.000 millones de euros al año" en 2023 y 2024, precisó Sánchez. Este impuesto excepcional, destinado a mitigar el gran impacto en la economía española, había sido avanzado en junio por Sánchez, pero no se detalló ni monto ni duración de la medida fiscal.
Además, se impondrá un impuesto temporal "a las grandes entidades financieras, que ya se están empezando a beneficiar de las alzas de los tipos de interés", con una duración de dos años y que permitirá "recaudar 1.500 millones de euros al año", dijo Sánchez.
Las soluciones de Europa para la inflación
"El gran reto que hoy tiene España se llama inflación", dijo el presidente, en referencia al 10,2 por ciento alcanzado en junio, el nivel más alto en 37 años, desde 1985. El jefe del Ejecutivo insistió en que España no es de los países que más afectado por las consecuencias energéticas de la invasión rusa en Ucrania, ya que es el "menos dependiente del gas ruso".
Varios países europeos anunciaron en los últimos meses grandes tasas sobre los beneficios empresariales derivados de la inflación, en particular de los grupos energéticos, que registraron beneficios muy elevados el año pasado. Reino Unido, por ejemplo, instauró un impuesto excepcional del 25 por ciento sobre los beneficios de los gigantes energéticos, para ayudar a los hogares más desfavorecidos. Italia, por su parte, decidió gravar con un 25 por ciento adicional los beneficios de las grandes empresas del sector energético.
Madrid adoptó desde el año pasado numerosas medidas para intentar contener la inflación, que llegó en junio a 10,2% interanual, su nivel más alto en 37 años. Entre ellas figuran ayudas al combustible, reducción del IVA a la electricidad o un alza de las pensiones. "Desde que empezaron a subir los precios en septiembre del año pasado, España debió movilizar cerca de 30.000 millones de euros para apoyar a empresas y sus consumidores, es decir, un 2,3% del Producto Interior Bruto", afirmó Sánchez.
Internas en el ejecutivo y una oposición en desacuerdo
El debate, en el que Gobierno y oposición pueden plantear propuestas, se produce en medio de una nueva división interna entre los socios en el Ejecutivo, el socialista PSOE y la formación de izquierda radial Unidas Podemos, esta vez sobre el aumento del gasto militar. Y con la principal fuerza de oposición, el conservador Partido Popular, al alza en las encuestas tras haber renovado su liderazgo después de una crisis interna.
El aumento del gasto militar hasta el 2 por ciento del producto interior bruto, comprometido por Sánchez ante los aliados de la OTAN, generó una gran disputa dentro de la coalición del presidente. Ante los que dudan de la necesidad de intervenir en el conflicto en Ucrania, señaló que "olvidan que no participar del esfuerzo bélico" no libraría a España de los efectos económicos de la guerra sino que los aislaria del resto de los paises.
Frente a la exposición de medidas de Pedro Sánchez parlamentarios del opositor Partido Popular (PP) reaccionaron de inmediato contra los anuncios del presidente: "Papá Noel Sánchez anuncia miles de regalos. ¡¡Sujeten los bolsillos que eso lo vamos a pagar todos!!", escribió en Twitter la presidenta del PP de Navarra y diputada por Madrid, Ana Beltrán.
Sánchez y derechos humanos
En esta jornada, uno de los momentos en que el Ejecutivo hace un balance de la gestión y debate con la oposición, Sánchez reivindicó además la Ley de Memoria Democrática, que establece medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, que ha recibido fuertes críticas opositoras y también de algunos líderes socialistas, incluido el expresidente Felipe González. "Nos permite reconocer a todas las víctimas, condenar el golpe, la posterior dictadura y reivindicar nuestro mejor patrimonio: la Transición, la Ley de amnistía y la Constitución", argumentó.
En otro tramo de su discurso, Sánchez criticó la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de revocar el derecho constitucional al aborto y dijo que eso da cuenta de "la amplitud y de la profundidad del movimiento reaccionario que recorre el mundo". El presidente destacó que España no esta inmune de esta amenaza y por eso destacó que su respuesta será continuar con su "agenda de avances en derechos y libertades" y agregó que va a defender la democracia y las conquistas civiles y sociales.
El debate por el Estado de la Nación fue inaugurado por Felipe González en 1983 y desde entonces se ha celebrado en 25 ocasiones, siendo la última vez en febrero de 2015 cuando Sánchez lideraba la oposición. El siguiente fue el año de la primera legislatura fallida, de modo que Rajoy no fue investido como presidente hasta octubre de 2016. Luego, en 2017, llegó la moción de censura promovida por Podemos aunque sin éxito y también se produjo el referéndum de independencia en Cataluña en octubre de ese mismo año. En 2018, parecía que Rajoy iba a anunciar que se celebraría un nuevo debate en junio, pero se produjo otra moción de censura esta vez por parte del PSOE, que propició la salida de Rajoy de la presidencia y la llegada de Sánchez. Con Sánchez ya de presidente el debate se suspendio en 2019 porque hubo elecciones generales y los últimos dos años fue la pandemia de Covid la responsable de la cancelación.