Mientras el gobierno nacional pugna por dar señales de solvencia fiscal, la oposición decidió presentar un proyecto que propone la derogación del Impuesto a los Bienes Personales. La iniciativa fue presentada por legisladores de Juntos por el Cambio y Javier Milei --los mismos sectores que no se han cansado de repetir que el Estado tiene que reducir su déficit fiscal--, bajo el argumento de que el tributo es "deficiente" y "carece de sentido". No es la primera vez que JxC propone discutir la eliminación del impuesto que afecta a los patrimonios más altos del país: ya Mauricio Macri había intentado eliminarlo progresivamente pero, debido al acuerdo que firmó con el FMI, tuvo que terminar echándose atrás. El Frente de Todos salió a acusar a la oposición de "irresponsabilidad" e "inmoralidad" por querer eliminar el impuesto más progresivo de todos, así como también de solo querer defender los intereses de los más ricos.

El proyecto, cuya autoría es del diputado Martín Tetaz, parte de tres premisas: que Bienes Personales fue sancionado en 1991 con carácter excepcional y que se "superpone" a los tributos provinciales sobre la propiedad; que es un impuesto "deficiente", puesto que no grava el patrimonio sino los activos; que es "confiscatorio" y reduce los incentivos a invertir. "La realidad es que la Nación le está afanando la base imponible a las provincias porque los tributos directos son de las provincias. Pero además no está bien diseñado, porque el impuesto es sobre los activos, no sobre el patrimonio, así que si vos tenés un departamento hipotecado pagas lo mismo que el que no tiene una deuda", cuestionó, en diálogo con Página/12, el autor del proyecto. Tetaz se defendió de las críticas que le lanzaron por haber resuelto ir en contra de uno de los impuestos más progresivos del país: "Bienes Personales no es un impuesto a los patrimonios de las personas ricas, el más progresivo es el Impuesto a las Ganancias. Si querés mejorar la progresividad del sistema tributario diseñá mejor Ganancias que se rompió por la inflación", argumentó.

El Impuesto a los Bienes Personales es un gravamen que pagan solo las personas que cuentan con bienes valuados en más de 6 millones de pesos, estableciéndose un aumento progresivo de la alícuota para los patrimonios más altos. Esto incluye inmuebles --mínimo de 30 millones teniendo en cuenta el valor fiscal (que en muchos casos representa menos de un tercio del valor de mercado)--, bienes en el exterior, tenencia en billetes (dólares o pesos), vehículos, obras de arte, entre otros. Luego de la suba del mínimo no imponible a fines del año pasado, solo 700 mil personas pagan este impuesto en toda la Argentina.

"Es una inmoralidad presentar un proyecto para ir contra uno de los pocos impuestos que gravan la riqueza en la Argentina. Tenemos un esquema tributario tan injusto que la mayor parte de la recaudación surge del impuesto al consumo directo. Y estos inmorales pretenden que uno de los pocos impuestos que va dirigido a los que más tienen sea eliminado", denunció el diputado Hugo Yasky, consultado por este diario. El secretario general de la CTA acusó a JxC de pretender que "la transferencia de los más pobres a los más ricos siga su curso como cuando gobernaban ellos". "La verdad me parece una iniciativa que desnuda el pensamiento clasista y el desprecio por el sufrimiento de nuestro pueblo de estos que se definen como la infantería de los millonarios de la Argentina", cuestionó también el legislador del FdT. Críticas de ese estilo llegaron incluso desde la AFIP, cuya titular, Mercedes Marcó del Pont, acusó a la oposición de hacer "demagogia tributaria promoviendo en forma irresponsable la reducción de impuestos".

"Ya hubo una experiencia reciente durante el gobierno de Macri y se demostró que intentar eliminar el Impuesto a los Bienes Personales no tuvo ningún efecto positivo en la economía. Ellos mismos lo tuvieron que suspender cuando tuvieron que achicar el déficit", sostuvo el diputado oficialista y autor del proyecto de Salario Básico Universal, Itai Hagman, quien resaltó la "contradicción" de la oposición a la hora de "pedir achicar el déficit y después presentar un proyecto para eliminar un impuesto". Hagman apuntó también a desmentir varias de las premisas sostenidas por Tetaz, respondiendo, por ejemplo, la crítica del cambiemita a que el impuesto solo gravaba los activos y no tenía en cuenta las deudas: "Se olvidan que el impuesto tiene muchas excepciones. Los poseedores de inmuebles rurales, por ejemplo, no pagan. Por eso también el argumento de que se superpone con los impuestos inmobiliarios es relativo. Tampoco paga la plata que vos tenés en el sistema financiero, ya sea acciones o en la caja de ahorro", señaló.

El proyecto de Tetaz lleva la firma de otros 19 diputados y diputadas, entre los que se encuentran el libertario de derecha Javier Milei y su compañera Victoria Villarruel. Tetaz confía en que, de llegar al recinto, la iniciativa tendrá los votos para ser aprobada: "Todo JxC acompaña y a eso hay que sumarle los liberales. Ahí tenemos 120 votos: hay que escalar un poco más y llegar 129 para estar seguros", especuló, poniendo el ojo en el espacio que suele definir cada elección: el Interbloque Federal. El panorama, sin embargo, no es auspicioso: "Si el Gobierno cree que la Argentina está para un revalúo generalizado de las propiedades de las clase media, está fuera de foco. Ahora en el otro extremo está la irresponsabilidad de plantear la eliminación alegre de impuestos como si no tuviera impacto fiscal", adelantó a este diario el titular del Interbloque, Alejandro "Topo" Rodríguez.