En la segunda audiencia del juicio que se sigue contra el productor de moda, Pablo Rangeón, por abuso sexual, una joven dijo que este hombre la puso en un "book de fotos" de prostitutas del Hotel Sheraton, y como consecuencia de esto, era acosada a través de facebook.
La denunciante fue modelo del staff exclusivo que tenía Rangeón en el que también modelaba Candela Correa, que llegó a ser concejala de la ciudad de Salta. La joven contó que el productor de moda la invitaba "a fiestas VIP" en finca Las Costas, la residencia de gobernadores, y también "a la casa de (Walter) Wayar y a la de Miguel) Isa", ambos políticos. Refirió que le decía que eran fiestas privadas, y quería llevar modelos para hacer presencia. "Nunca fui. Era conocido en su entorno que esas fiestas eran para llevar prostitutas a los políticos", sostuvo la testiga. Dijo que "no quería mezclarse con ese ambiente".
La presidenta del Tribunal, Gabriela Romero Nayar, le indicó a la abogada querellante Sandra Domene que no preguntara sobre estos temas relacionados con la posible captación de mujeres por parte del acusado y la explotación sexual VIP de políticos, porque lo que se juzga en este proceso es el abuso sexual.
La testiga contó que también rechazó invitaciones a viajes que le hacía Rangeón. Dijo además que cuando dejó de modelar para él, después de que abusara de ella, eliminó su cuenta de facebook. “Había gente que me escribía para preguntarme si yo cobraba y si era de las prostitutas de Pablo Rangeón”, manifestó. Sostuvo que luego, un amigo suyo, que trabajaba como tarjetero para un boliche, le dijo que el acusado la había incluido en un "book de fotos del Hotel Sheraton", de oferta sexual.
Abuso en un canal de televisión y en un VIP
La joven relató que conoció a Rangeón en 2010 cuando salió a bailar con una amiga. Mientras esperaba para entrar al boliche, él le dio su tarjeta, diciéndole que tenía una agencia de modelos y que vio en ella “todas las características para estar en su staff principal”. Después la agregó a redes sociales, y ella empezó a participar de los desfiles cuando la llamaba.
La denunciante dijo que el primer abuso sexual cometido por Rangeón fue en el baño de un estudio de televisión, al que había ido porque no le gustaba cambiarse frente a las demás chicas. Rangeón entró al baño, “le metió la mano” por debajo de la ropa interior, le cuestionó que fuera "acomplejada" y le dijo que se operara los senos, que le “iba a quedar mejor”.
Rangeón también abusó de ella en el boliche Club 21. La joven narró que luego de participar en un desfile, se puso un jean y que el hombre le tocó la zona genital por fuera de la ropa, a pesar de su resistencia. Una vez que dejó de modelar para él, Rangeon la amenazó con que la iba a defenestrar, que “todos iban a conocer lo puta que era”.
Droga y abuso sexual
Otra denunciante que declaró ayer refirió que fue abusada por el productor en noviembre de 2019. Esta chica no era modelo, conoció al acusado cuando salió a un boliche con la hermana de una amiga, Manuela Colina Cornejo, quien se lo presentó como “un amigo buena onda”. La joven dijo que Rangeón las pasó a buscar en su camioneta. Apenas lo conoció, él empezó a contar que una chica lo había denunciado por abuso sexual, pero que no pasaría nada con él, porque tenía muchos contactos políticos y en la policía.
La joven recordó que Rangeón le dijo que “tenía facciones bonitas, que le quedaría bien el pelo para atrás”. Fueron al boliche Hakuna, en cuyo VIP bebieron champagne con speed que les había acercado Rangeón. La denunciante dijo que al poco tiempo se sintió mareada, le faltaba de aire. “Al otro día me despierto con un llamada, era él, me decía que me tenía grabada, que no sabía cómo gritaba. Me voy al baño, me doy cuenta que tenía mis piernas cortadas, mi bombacha estaba manchada con semen. Cuando me miro al espejo tenía un ojo morado (…) Me sentía lenta, abombada, un zombie”, describió.
Con la ayuda de familiares fue al Hospital Materno Infantil, una ginecóloga le hizo preguntas que ella no pudo responder porque seguía sintiendóse “abombada”, por ese motivo, tampoco hizo la denuncia.
La joven dijo que le preguntó a Colina Cornejo “qué había pasado” y solo le respondió que “no pasó nada”, entonces sospechó “que tenía algo que ver, y dejé de preguntar”.
El miércoles siguiente habló con su psicóloga. “Todavía tenía las lesiones, así que ella las vio”, y empezó a tener "ataques de pánico que continúan hasta ahora".
La primera declarante también contó que una noche le aceptó un vaso con vodka a Rangeón, y que "en un lapso de 20 o 30 minutos" empezó a sentirse "muy mareada", y quedó inconsciente. Ella vio que el primo del acusado, Federico Sánchez, le había entregado la bebida para que se la diera a ella. Sánchez también está imputado en una causa que se investiga por separado de ésta, por abuso sexual con el mismo modus operandi.
Estafa y violación
La tercera denunciante que declaró ayer relató que conoció a Rangeón en 2018 cuando hizo un curso en su agencia de modelos. En 2019 la llamó para decirle que la había becado para que siguiera en la agencia. Contó que se sentía incómoda porque cuando les enseñaba ejercicios de postura, el productor le tocaba las nalgas y los senos. Y vio que tocaba también a una adolescente de 15 años.
Rangeón solía decirles que lo vieran como si él fuera “una mujer más” y que “estaba acostumbrado a ver a las chicas (cuando) se cambian”, recordó que les decía.
La testiga denunció que agosto de 2019 fue violada por Rangeón en su monoambiente del barrio El Huaico, a donde la llevó con engaños ofreciéndole el departamento en alquiler. La joven detalló que aceptó un vaso de vodka con gaseosa. Conversaron sobre el alquiler, Rangeón pedía $60 mil anuales, ella tenía $40 mil, dinero que el hombre tomó pero no le dió ningún recibo.
Luego ella quiso ir al baño, y Rangeón la detuvo: “Podemos arreglar" por "los 20 mil”, le dijo. A qué se refería, le preguntó ella. Entonces el hombre le dió "un pico" y la sujetó por la cintura. "Me tira el elástico de la calza y me dice qué bombacha me había puesto". La joven contó que consiguió zafar y se encerró en el baño, pero a la larga tuvo que salir porque él amenazó con llamar a la policía. Rangeón aprovechó ese momento para agarrarla del cuello, “le digo soltame, porque me estás asfixiando. Ahorcando". Y luego la tiró en la cama y mientras ella empezaba a sentirse débil, "no tenía fuerza", el hombre la violó.
La joven contó que los $40 mil que había entregado a Rangeón eran sus ahorros, ganados vendiendo ropa, limpiando casas, y del salario universal por hijo. Desesperada porque necesitaba un lugar donde vivir, tres sábados después fue a reclamarle que le devolviera su dinero o le alquile, y le dijo que lo denunciaría. El hombre respondió que le iba a alquilar pero cuando le diera el saldo de 20 mil. “Él me bloqueó totalmente. Nunca más lo volví a ver, perdí mi plata. Hizo lo que quiso conmigo”, relató.
“Me callé durante años todo esto”, hasta que se armó un grupo de Whatsapp en el que otra chica que coordinaba los desfiles contó que Rangeón la despidió, y dijo “que era un abusador de mierda, que solamente se burlaba de la gente”. Luego la primera denunciante le mandó un mensaje y ella le contó de la violación que había sufrido. “Ahí me sentí fuerte para que se haga justicia realmente por lo que me había hecho”, dijo, y agradeció a esa joven que se atrevió a hacer la primera denuncia, “porque dio la cara por todas”. “Gracias a ella hoy en día estoy sentada acá”, dijo llorando.
Revictimización en una pericia
Ayer también declaró la psicóloga del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, Carolina Cornejo. Dijo que hizo tres entrevistas a la primera denunciante, junto a la perita de parte de la defensa, María Alejandra López. Las psicólogas interrumpieron la segunda entrevista porque tuvieron discusiones frente a la víctima. Según Cornejo, esto se debió a que a López le cuesta mantener la neutralidad y objetividad.
Cornejo fue cuestionada por la quellante durante porque dijo que la víctima veía a la sexualidad como un "bien de intercambio", mediante el cual "ella puede lograr algún beneficio". Explicó que hacía esa inferencia porque la joven le dijo “teníamos un arreglo" y que Rangeón le pagaba los impuestos del departamento y a cambio ella "daba clases de modelaje los sábados".
La psicóloga cuestionó también que la denunciante haya publicado su relato en redes sociales. "Cuando uno quiere denunciar un hecho así se dirige a la justicia, a la policía (...) Cuando en realidad las víctimas sienten vergüenza, les cuesta mucho llegar a la fiscalía o la policía (...) Es algo que uno trata de mantener, que no se publique, no quiero estar en boca de todo el mundo, no quiero que todo el mundo me señale", juzgó.
La psicóloga jurídica Analía Boscato, integrante de la Fundación Red Viva que asiste a víctimas de abuso sexual, declaró el lunes que esta denunciante "había tenido una experiencia revictimizante" en las entrevistas con las peritas oficial y de la defensa. Boscato dijo que la discusión entre Cornejo y López delante de la joven fue revictimizante y no es el marco en que se debe peritar a una persona que denuncia un abuso sexual.
"Que llegue a juicio es muy importante y es reparador", sostuvo Boscato y agregó que las chicas "vulneradas previamente”, "lastimadas, golpeadas, dolidas", encajan en un "un perfil de víctimas", y que no encontró en esa denunciante indicadores de mentira o fabulación.