El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, protagonizó un más que incómodo furcio a su llegada a Israel. Al pie del avión, en su discurso en el aeropuerto de Tel Aviv, confundió "honor" con "horror" para referirse al Holocausto.
El mandatario aludía a que iría a honrar "a seis millones de vidas judías que fueron robadas en el genocidio". Añadió que "debemos seguir recordando para mantener viva la verdad y el honor del Holocausto", tras lo cual se corrigió y dijo "horror del Holocausto y honrar a aquellos que perdimos".
Biden fue recibido por el primer ministro interino, Yair Lapid y el presidente Isaac Herzog. No se espera que haya propuestas formales del presidente estadounidense para reactivar las negociaciones de paz entre Israel y los palestinos.
"No hará ninguna propuesta formal sobre el lanzamiento de una nueva iniciativa de paz. Lo que hará será animar a ambas partes para que busquen un camino o que se muevan paso a paso hacia una visión que funcione para israelíes y palestinos, y para toda la región en conjunto", apuntó Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Biden es un partidario de la coexistencia de dos estados y retomó los contactos con el gobierno palestino, rotos por Donald Trump, quien había ordenado el traslado de la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén. Ese reconocimiento de la ciudad como capital indivisible de Israel, cuando el sector este es reclamado por los palestinos, contribuyó a desestabilizar más la situación.
Biden no dio señales aun de dar marcha atrás con esa medida, pero sí anticipó que planes reabrir el consulado para asuntos palestinos en Jerusalén, cerrado por Trump en 2019.