El gobierno nacional cuestionó el paro de las patronales agropecuarias convocadas por la Mesa de Enlace y fogoneado por la oposición, que tuvo su epicentro en la provincia de Ente Ríos. El conflicto con las entidades rurales corrió del centro de la escena --al menos por unas horas-- la interna del Frente de Todos, ya que en su conjunto los funcionarios salieron a repudiar la protesta de un sector que está teniendo amplios márgenes de ganancia en el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania. La vocera presidencial, Gabriela Cerruti, expresó que se trató de “un paro político de las patronales que no tiene ningún motivo”. El jefe de Gabinete, Juan Manzur, agregó que la medida "no conduce a nada" y aseguró que el Ejecutivo "siempre tiene las puertas abiertas para el diálogo".
"Es un paro de las patronales, no del chacarero. Es un paro político. Todos los paros son políticos, pero en este momento no hay ninguna razón para que lo hagan. Están exportando y produciendo como nunca en su vida y el tema del gasoil y de los fertilizantes ya se resolvió. Es uno de los sectores más favorecidos en la Argentina y, además, por la guerra tienen ganancias extraordinarias", agregó la portavoz Cerruti.
Las patronales rurales expresaron en el documento que fue leído sobre el escenario en Gualeguaychú --en el cruce de las rutas 14 y 16, donde se hicieron en 2008 las famosas manifestaciones en contra de la Resolución 125--, que "con nuestro esfuerzo podemos salir todos de la crisis”. Sin embargo, indicaron que “decimos basta a la voracidad fiscal del gobierno nacional, que solo nos ve como una caja de la que siempre hay para sacar, ahora con el argumento del conflicto bélico en Ucrania. También rechazamos el intervencionismo estatal, arbitrario y discrecional, que nos hace pagar a los productores toda esta tragedia”. Luego, resaltaron que otra de sus quejas es por la "normalización del abastecimiento de gasoil".
La vocera presidencial respondió que "los temas que ellos ponen en la mesa son temas como el del gasoil, que efectivamente se tiene que mejorar, y que ya tuvo un pico de tensión aproximadamente un mes atrás cuando se juntaba la demanda con la demora en la importación, pero eso ya está solucionado". Cerruti insistió que "están hablando de temas que están fuera de la discusión. Cuando estaban en discusión lo venían hablando con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez".
Una prueba de que el paro, además de político, fue partidario, fue que la movilización contó con la presencia de varias figuras de la oposición y exfuncionarios del gobierno de Mauricio Macri, como Rogelio Frigerio, exministro del Interior; Diego Santilli, diputado del PRO; la senadora macrista Carolina Losada, entre otros. En las redes también fogonearon el paro la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y el titular del bloque de Diputados de la UCR, Mario Negri.
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, puntualizó que "no estamos de acuerdo con esta protesta. No conduce a nada. Nosotros siempre hemos privilegiado el diálogo y acercar posiciones. Se sabe que tuvimos serias dificultades vinculadas a la provisión de gasoil, pero trabajamos para solucionarlas". El jefe de los ministros resaltó que "hay una situación energética muy compleja a nivel mundial, pero felizmente esto se ha ido resolviendo".
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, fue otro de los que se sumó a los repudios al considerar que "el lockout que realiza el campo es casi chistoso. Nunca tuvieron los niveles de reconocimiento de políticas públicas y de funcionamiento que tienen en estos momentos". A esas palabras, el interventor de la AFI, Agustín Rossi, agregó que la medida "solamente se explica por la miopía de la dirigencia de la Mesa de Enlace". Rossi remarcó que "todavía estamos en una disputa cambiaria", y culpó al agro de "intentar que el Gobierno devalúe. Cada vez que se produce una devaluación la Mesa de Enlace y los sectores agropecuarios ganan", concluyó.
El exdirector de la Federación Agraria Pedro Peretti también cuestionó el paro. "Es difícil encontrar otro momento de bonanza como este para el sector. El paro es estrictamente político, es un paro desestabilizante, es absolutamente golpista". Peretti resaltó que a protestas anteriores "se les buscaba un pretexto gremial, pero eran paros políticos porque estaban diseñados de acuerdo a la estrategia electoral de Cambiemos, que es donde juega la Mesa de Enlace".
El presidente Alberto Fernández, sin embargo, no vio alterada su agenda por este reclamo. Por la mañana recibió en la Quinta de Olivos al gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, y a la tarde inauguró un espacio de Primera Infancia en el municipio de General Rodríguez junto con los ministros de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, y de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta. Pasadas las 17, Fernández recibió en su despacho de Casa Rosada a Esteban "Gringo" Castro, líder de la UTEP, junto a otros dirigentes sociales. Las movilizaciones que organizan estos sectores preocupan al Gobierno. Sin embargo, los que participaron del encuentro dijeron que el Presidente no les pidió que las suspendan.
Luego de la reunión, Castro habló con Página/12 sobre el paro de las patronales agropecuarias: "Estamos en contra de los sectores que concentran la economía porque están muy preocupados por la ganancia y muy poco preocupados por un país donde se construya humanidad y te preocupen los más pobres". El dirigente de la UTEP Juan Grabois había dicho sobre el tema: "¿Si probamos con defender a la gente en vez de arrugar con el poder? Con 10 por ciento de aumento de retenciones segmentada a la gran producción de soja se paga el Salario Universal".