El sueño de Horacio Rodríguez Larreta de sumar a Emilio Monzó a su mesa nacional quedó diluido con el paso del tiempo. El actual diputado y expresidente de la Cámara baja prefiere mantener su rol de operador independiente, incluso --de momento-- de Facundo Manes, con el que compartió lista y del que suena ahora como candidato a gobernador bonaerense. No obstante, dos de sus hombres de extrema confianza están hace tiempo trabajando para la candidatura de Patricia Bullrich. Una herejía a los ojos de los larretistas. Y Larreta entró en una fase en la que exige lealtad y pronunciamientos públicos a favor de su proyecto presidencial. Quizás por eso Nicolás Massot presentó su renuncia al directorio del Banco Ciudad, un espacio al que había llegado como parte de una alianza entre Larreta y Monzó en 2020, cuando todavía el jefe de Gobierno tenía esperanzas de sumarlos a su espacio.
La campaña de Larreta está comenzando a tomar forma, con algunas ideas clave. La primera es que la mayoría de los dirigentes del PRO deben terminar de su lado para fines de este año. La segunda es que, de ser posible, deben ya comenzar a pronunciarse públicamente en favor del jefe de Gobierno. El objetivo es crear un clima en el que Larreta se instale como una suerte de candidato natural. El proyecto es evitar compeditores del PRO en las PASO presidenciales, aunque ya hay unos cuantos anotados y anotadas, que no parece que se vayan a bajar. En respuesta, Patricia Bullrich dijo hace poco que no hay ninguna posibilidad de que se baje de la contienda en las PASO, ni de que haga un acuerdo previo.
En el tira y afloje de dirigentes, Larreta ya consiguió birlarle unos cuantos a Bullrich. Pero, ya desde el comienzo de su segundo mandato, venía trabajando en incorporar a Monzó a su espacio. Lo quería como parte de su mesa de armado nacional y, en algún momento, estuvo seguro de que lo iba a lograr. Sobre todo después de que Monzó, tras llegar al Congreso como parte de las listas de Facundo Manes, tomara cierta distancia del dirigente radical, un poco decepcionado con la falta de impulso que demostraba para ir por la presidencia. Hoy por hoy, no obstante, hay versiones que lo ubican a Monzó como un posible candidato a gobernador bonaerense de Manes, habida cuenta de la ausencia de un candidato fuerte radical para la provincia de Buenos Aires. Monzó hace años que sueña con ser candidato a gobernador. Habrá que ver si el comité bonarense de la UCR, que conduce Maximiliano Abad, le da carta blanca para ocupar ese lugar. O si todo queda en sueños de algunos dirigentes.
Monzó, no obstante, sigue en conversaciones con el jefe de Gobierno, pero éste parece haber perdido ya la esperanza de sumarlo a su espacio y a su campaña presidencial, que es lo que más le interesaba. A eso hay que sumarle que tanto Massot como Marcelo Daletto, Sebastián García de Luca --tres dirigentes del riñón de Monzó-- están trabajando activamente para la campaña de Bullrich, la principal adversaria interna de Larreta.
No se sabe cómo se tomó eso el jefe de Gobierno, pero el dato es que Massot presentó su renuncia al directorio del Banco Ciudad esta semana. Según dicen algunos, habría tenido una conversación con un funcionario porteño que no le agradó, en cuanto a su rol en la campaña de Bullrich y cómo eso podía afectar su continuidad en el esquema larretista. Sea como fuere, Massot estará afuera del banco para el final de la semana y se concentrará en construir la campaña de la presidenta del PRO. Y en su propia candidatura en Tigre.
Monzó, no obstante, no deja de desmarcarse de algunas de estas jugadas, como para no perder toda su relación con el jefe de Gobierno. De hecho, hace poco, en Clarín, dijo sobre sus adláteres: "Ellos están trabajando en el
espacio de Patricia, yo sigo con el otro rol. Hablo con todos, con Horacio, con
Gerardo Morales, con Lousteau, con Patricia, con todos. Prefiero el rol de articulador que trabajar como operador de uno de los actores". Está claro que Larreta no acepta radicales libres que no se casan con nadie. Prefiere dirigentes orgánicos y trabajando para su campaña.