El director técnico de River, Marcelo Gallardo, admitió este miércoles por la noche luego del triunfo 3-0 por Copa Argentina ante Barracas Central que “mis actitudes a veces puedo controlarlas y otras no” en referencia a los insultos dirigidos al árbitro Nicolás Lamolina en el marco de la derrota con Godoy Cruz en el Monumental.

"Estos días que pasaron estaba como se me vio, porque mis actitudes a veces puedo controlarlas y otras no. Y cometo errores como todos, pero a veces la serenidad se me va porque es normal, porque lo vivo así”, explicó el Muñeco tras la victoria del partido disputado en Villa Mercedes.

Asimismo, Gallardo precisó que “después me corrijo porque sé el lugar que ocupo y donde estoy, pero esto es fútbol y en un país como Argentina a veces es lógico perder la calma".

El entrenador vivió el pasado domingo una de sus peores noches desde que es técnico de River, luego de la derrota de su equipo 2-0 ante Godoy Cruz en el Monumental y mostró su peor cara, con insultos al árbitro Lamolina. Los exabruptos motivaron su expulsión, y luego la suspensión de la habitual conferencia de prensa, por lo que no brindó explicaciones de lo sucedido, ni en la cancha ni fuera de ella.

El DT del Millonario reconoció que ahora “estamos en otro proceso de reconstrucción del equipo, porque no es sencillo salir de golpes tan duros como el que sufrimos nosotros, y a veces se tarda más de lo deseado en conseguirlo".

Necesitábamos un partido así para recuperar confianza en nuestro juego y después de algunos golpes duros es preciso recuperarse rápido”, sostuvo el entrenador en alusión al triunfo sobre Barracas Central que depositó a River en los octavos de final de la Copa Argentina.