En la tercera audiencia del juicio contra Pablo Rangeón por abuso sexual en perjuicio de 6 jóvenes, una denunciante declaró que cuando tenía 15 años fue acosada y abusada en la escuela de modelos que dirigía el hombre.
La joven, que hizo dos cursos entre diciembre de 2018 y agosto de 2019 en la escuela de modelos de Rangeón, contó que cuando transitaba el segundo curso este hombre entraba a las clases mientras y delante de las otras personas le ponía "las manos sobre los pechos y en ocasiones rozaba el pezón".
Luego la seguía en las redes sociales, en sus estados en instagram le ponía “caritas de enamorado”, invitándola a boliches, pero ella nunca aceptó. “Me decía que yo era muy bonita, que tenía actitud para desfilar”, sostuvo. "En sesiones de fotos, él entraba y decía yo soy una mujer más, ustedes cámbiense, yo no las veo", contó. Señaló que Rangeón le daba instrucciones a la profesora para que no fueran a cambiarse al baño argumentando que se dispersaban y perdían el tiempo.
La denunciante recordó en una sesión de fotos, Rangeón le agarró desde atrás las tiras del top que llevaba y preguntó a la maquilladora si no tenía un clip para ponerle y "levantarle las gomas". Contó que allí, mientras la miraba, "le decía al fotógrafo 'yo me voy a ir a la cárcel'", de forma libidinosa, insinuando que ella le gustaba.
Cuando uno de los abogados de Rangeón le consultó por qué seguió yendo al curso, la joven respondió que Rangeón "jugaba con mis ilusiones”, le prometía que la haría famosa, que podía ser profesora de su escuela, o que hablaría con el director del Teatro Provincial, sabiendo que a ella le gustaba lo relacionado al cine.
La denunciante dijo que compartió las capturas de pantalla en un grupo de whatsapp que se armó en 2019 en el que estaban sus compañeras y la profesora Sofía López, quienes le señalaron que estaba siendo acosada. Lópéz también declaró ayer y ratificó que vio las capturas y el consejo que le dio a su alumna.
La denunciante dijo que en un grupo de whatsapp del curso de modelaje expuso una captura de pantalla de un mensaje en el que Rangeón le pedía a una compañera que le haciera "gamba con A. P.", una chica que era nueva en la escuela. Dijo que eso generó la molestia del acusado quien la expulsó del grupo.
La joven relató que le contó a su madre que estaba siendo acosada por Rangeón, le mostró los mensajes que le enviaba y las interacciones de él en redes sociales, pero su madre no quiso hacer la denuncia porque consideraba que el productor de moda estaba "al lado de todos los políticos" y que sola no iba a poder hacer nada más.
Finalmente, dijo que decidió denunciar cuando "se sintió acompañada", vio "que había muchas chicas que habían pasado por una situación peor" que ella, vio la publicación de la primera denunciante en redes sociales contando que había sido violada y sometida a otras modalidades de violencia por el productor de moda. Entonces se contactó con ella, le contó su experiencia y así decidió hacer la denuncia.
"No va a tocar a alguien acá"
Rangeón decidió declarar después de cada denunciante. Ayer, por quinta vez, quiso dar su versión de los hechos. Esta vez, luego de la declaración de la denunciante que tenía 15 años al momento de los hechos.
El productor quiso quiso explicar por qué tocaba a las alumnas para corregirles la postura. Dijo que lo hacía sobre una modelo para que la profesora le indicara luego al resto de las chicas, y reconoció que hacía esto con esta joven porque recreaba la postura como él quería.
Cuando la jueza Gabriela Romero Wayar le preguntó a Rangeón si podía mostrar cómo era la correción postural, el productor no tuvo mejor idea que preguntar con quién lo haría. “Eso que usted propone de que va a tocar a alguien no va a pasar acá”, lo atajó el juez Pablo Farah.
Una amiga muy risueña
También dio su testimonio una modelo que era amiga de Rangeón, ambxs son señaladxs por una de las denunciantes como las últimas personas con quienes estuvo antes de tomar un vaso de bebida y quedar inconsciente despertando al día siguiente con signos de abuso.
Una de las denunciantes contó en este juicio que cuando fue violada por el acusado, había salido con esta joven, Manuela Colina Cornejo, que fueron al boliche Hakuna luego de beber un vaso de champagne con speed que le dio el acusado. Despertó en su casa sin recordar más nada, pero con un llamado de Rangeón diciéndole que la había grabado, "que no sabía cómo gritaba". Entonces se dio cuenta de que tenía las piernas cortadas, la ropa interior manchada de semen y tenía un ojo morado, además de sentirse lenta.
Colina Cornejo declaró ayer entre risas, a tal punto que el fiscal Pablo Rivero le preguntó cúantas mujeres le cuentan que han sido violadas: "lamentablemente, muchas", respondió.
La joven contó que "Trabajaba con él (con Rangeón, al que llamó por su nombre de pila) y también era mi amigo. Nos quedamos tomando vodka fuera de Hakuna. Nos bajamos, fuimos a Hakuna. Estuvimos bailando. Me dio hambre le dije a Pablo si me podía llevar a una sangucherpia (...) a comer una hamburguesa, de ahí me fue a buscar un chico y me fui a otro lugar", dijo, siempre riendo.
Colina Cornejo negó haber visto a la denunciante descompuesta, además dijo que había salido antes 3 o 4 veces con ella y se emborrachaba fácil, "a las dos cervezas, queda borracha" y que ese día su estado era “de borracha", rió. Añadió que la denunciante "no solía acordarse de la noche" y que entre amigas "medio que se burlan" porque "ella toma muy poco y queda muy borracha".
Consultada por los raspones y golpes de la denunciante, dijo que la joven "se cayó tres veces en el arbusto”. Relató que mientras Rangeón compraba las hamburguesas, ella le dijo a la denunciante que la acompañara a la plaza de la Legislatura, donde se cayó tres veces sobre un arbusto, caídas que atribuyó a la borrachera y a que tenía tacos altos. El acusado también dijo que las heridas en las piernas de la denunciante eran del arbusto.
Colina Cornejo aseguró que ya en el boliche la denunciante y el acusado "habían chapado", y luego en la camioneta “ellos se pusieron a chapar y me fui" y "no sé qué pasó después” entre Rangeón y la denunciante.
El fiscal le hizo notar que el registro de llamadas demuestra que habló con Rangeón desde las 8 de la mañana, por 103 segundos: "Mire usted", fue la respuesta de la testiga, entre risas.
Y ante las preguntas, relató: “(Rangeón) me contó que tuvieron relaciones (con la denunciante), que la habían pasado re bien”, pero aseguró que no le habló de violación, solo que lo habían pasado muy bien, “algo así como que ella era muy buena en eso, en la cama”, sostuvo riéndose otra vez.
Dijo que la denunciante también se comunicó con ella al mediodía para preguntarle qué había pasado esa noche porque no recordaba y le envió fotos en las que "tenía lastimado un ojo, rasguños, varias lastimaduras" y ella le dijo: “no, nada, qué se yo (...) fuimos a Hakuna, comimos, vos te fuiste con Pablo, yo me fui con este chico”.
Y añadió que siguió saliendo a fiestas "con Pablo" y que en ese momento se dijo “no me voy a meter en este quilombo”.
Rangeón también habló de esa noche, pero su relato no coincidió en todo con el de su amiga. No habló de que hubiera tenido sexo consentido con la denunciante, y dijo que cuando la llevaba a su casa ella le recriminó “¿Qué me hiciste?", se asustó y llamó a Colina Cornejo pero no lo atendía y recién lo hizo "como a las 10 u 11 de la mañana".
Ayer también declaró la psicóloga del Poder Judicial María Andrea Bellini, quien señaló características de personalidad psicopática en Rangeón.