Luego de varios días de protestas, los manifestantes que se encontraban en diversos edificios públicos de Sri Lanka anunciaron este jueves el fin de la ocupación. "Nos retiramos pacíficamente del Palacio Presidencial, la Secretaría Presidencial y la Oficina del Primer Ministro con efecto inmediato, pero continuaremos nuestra lucha", advirtieron.
El principal reclamo de los manifestantes es la renuncia del primer ministro Ranil Wickremesinghe, quién asumió la presidencia de modo interino, luego de la salida del país de Gotabaya Rajapaksa. El mandatario saliente, señalado de ser culpable de la crisis económica que vive el país, huyó rumbo a las Islas Maldivas el miércoles por la madrugada en un avión militar acompañado de su esposa y un guardaespaldas.
Por su parte, el hospital central de Colombo informó que 85 personas ingresaron al centro de salud con heridas y que un joven de 26 años falleció por asfixia, luego de haber inhalado gas lacrimógeno en la oficina del primer ministro durante un operativo policial que buscaba reprimir la protesta.
El líder de la oposición de Sri Lanka, Sajit Premadasa, criticó en duros términos al presidente interino y tildó de "tragedia" su nombramiento. En tanto, toque de queda decretado por Wickremesinghe para contener las protestas fue levantado esta madrugada.
En busca de un nuevo presidente en Sri Lanka
El Parlamento de Sri Lanka se prepara para elegir el próximo 20 de julio al nuevo presidente, que se encargará de dirigir de manera interina el país hasta la celebración de nuevas elecciones. La isla de 22 millones de habitantes, ubicada al sur de India, atraviesa una de las peores crisis económicas desde su independencia en 1948.
El primer ministro y nuevo presidente interino fue nombrado por Rajapaksa bajo el artículo 37.1 de la Constitución de Sri Lanka, que contempla que en caso de enfermedad, ausencia del país y otros motivos que le impidan ejercer sus competencias, el presidente puede nombrar al primer ministro para el cargo durante este periodo de tiempo.
Por qué hay una crisis económica en Sri Lanka
Sri Lanka atraviesa un momento de fuerte fragilidad política y económica debido a la escasez de combustibles, alimentos y medicamentos a causa de la falta de divisas. A estos problemas se le suman altos índices inflacionarios y un endeudamiento con el FMI por 51.000 millones de dólares.
Hace meses los ciudadanos padecen cortes de electricidad, largas filas para comprar combustible y un récord en el precio de los alimentos que desencadenó masivas movilizaciones y protestas. Según estimaciones de la ONU, cerca del 80% de la población no realiza todas las comidas por los elevados costos y la falta de productos en los supermercados.