De cara a las vacaciones de invierno, el Tren Patagónico inauguró anoche su servicio nocturno que conecta la estación Bariloche con la estación Perito Moreno, en el cual los turistas podrán disfrutar de los paisajes de la región y una merienda y una cena en una pintoresca estación reconvertida.
El viaje, que se habilitará al público el próximo 20 de julio, se realizará los miércoles y jueves en una moderna formación con capacidad para 120 personas, y recorrerá unos 30 kilómetros. Partirá de la Estación Ferrocarril Bariloche a las 18.15 y llegará a la Estación Perito Moreno a las 19.06.
Allí los turistas podrán disfrutar de una merienda estilo de estancia de campo en la Casa de Té, y luego una cena que incluye asado, cordero, achuras y empanadas, acompañadas con ensaladas y papas fritas como guarnición y flan casero de postre. También habrá opciones vegetarianas, veganas y para celíacos. Todo estará acompañado de música de artistas locales.
Además, una vez finalizada la cena, cerca de las 21.50, los visitantes podrán descubrir el cosmos desde cerca junto al astrónomo Daniel Chiesa, y ver la luna y las estrellas desde un telescopio ubicado en el predio. A las 22.30 el tren parte de nuevo hacia Bariloche, llegando a la estación a las 23.21.
El valor de la excursión es de $6200 para residentes de la provincia, y $14.000 para turistas. Para reservarla o pedir información se habilitó la web Tren Patagónico.
La histórica estación Perito Moreno vuelve a cobrar vida
El viejo edificio fue una parada obligada para los servicios ferroviarios de carga y transporte de pasajeros que llegaban de todo el mundo a Bariloche en los años dorados del tren.
Luego de quedar en el olvido, tras el cierre de la empresa en la década de los 90, se concesionó el lugar en 2015 para reconvertir su funcionamiento y actualmente funciona como casa de té.
La vieja estación se benefició con importantes mejoras que permitieron desarrollarse como un agradable espacio para turistas y diversas actividades que permitieron el crecimiento de la comunidad.
La historia del Tren Patagónico, que permite llegar a San Carlos de Bariloche desde Viedma, se remonta a las primeras décadas del siglo XX. En aquellos años, con el tendido de las vías, surgieron pueblos que fueron desarrollándose junto con el ferrocarril.
Casi 100 años después, sigue funcionando como un servicio esencial para pobladores y visitantes, y un medio de transporte indispensable para los habitantes de las localidades más aisladas.
Cubre un itinerario de más de 800 kilómetros con dos servicios semanales: uno que corre todo el año y une Viedma y San Carlos de Bariloche. Y otro que opera en la temporada de verano, de San Antonio Oeste a Bariloche, para facilitar el movimiento de los turistas. En sus recorridos es posible disfrutar de la transición de los paisajes.