Gonzalo Oviedo, tomó un taxi en la Terminal de Retiro en Buenos Aires, y le dijo al conductor que iría hasta los Tribunales de Rosario, donde trabajaba. Al llegar al edificio de Balcarce al 1600, se bajó y le dijo que iba a buscar la suma de 35 mil pesos que acordaron como costo del viaje, pero nunca salió del edificio. Ayer, a un mes del hecho, fue condenado a un año y medio de prisión en suspenso por la estafa. La pena incluye la acusación por otro delito de mayo de este año, ya que se le imputó haber conducido un vehículo con pedido de captura por robo y por tener una patente perteneciente a otro auto con pedido de captura. La jueza Trinidad Chiabrera ordenó además el pago de un resarcimiento por 60 mil pesos al taxista, víctima de la estafa.