La ola de calor que padece el Mediterráneo desde Portugal hasta Turquía amenaza con extenderse hacia el centro e incluso el norte de Europa, llevando consigo la amenaza de los incendios forestales y los daños a la salud.
El calor agobia a España y Portugal y potencia numerosos incendios, en una situación que afecta también a Francia, Italia, Grecia e incluso Turquía y que, según los avisos meteorológicos, puede desplazarse en los próximos días hacia Bélgica, Alemania, Reino Unido e, incluso, al sur de los países escandinavos, si se dan determinadas condiciones.
En el caso de España, el pronóstico meteorológico más reciente indica que el calor que hoy puso a casi toda España en alerta se extenderá en principio hasta el lunes incluido.
A la espera de ver cómo evoluciona la situación, este jueves fue calificado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de España como "el peor día" hasta el momento, con temperaturas que han llegado a los 45 grados en algunas zonas y que ha situado a Madrid capital con 42 grados, además de avivar incendios forestales en distintos puntos, especialmente en las provincias occidentales de Salamanca y Cáceres, donde ardieron más de 6.000 hectáreas.
El calor excesivo puede además matar, como demuestran las 43 víctimas mortales registradas en España el domingo 10 --cuando comenzó formalmente esta segunda gran ola de calor del verano-- y el lunes 11 de julio. De momento, no hay datos del resto de la semana.
En Portugal, la alerta roja también afecta a gran parte del país y el primer ministro, António Acosta, confirmaba hoy la extensión del estado de contingencia hasta el próximo domingo, tras declarar también este jueves como el "día más grave" debido al aumento de temperaturas, el viento y la baja humedad.
Aunque más de 3.000 efectivos combaten los incendios que ya calcinaron unas 10.000 hectáreas en el interior del país y especialmente en la región de Leiria (centro), el gobierno portugués fue criticado por no disponerse de más medios.
Costa se defendió aduciendo que "los recursos no son limitados sólo en Portugal, son limitados" en general, y que "la respuesta no son más medios, sino más cuidado" en el sentido de concienciación ciudadana.
En Francia, los dos fuegos en el departamento de Gironde, con capital en Burdeos, que quemaron ya más de 4.000 hectáreas y obligaron a desalojar ayer a 6.500 personas, forzaron hoy a la evacuación de otras 4.000 "con carácter preventivo" en la localidad de Cazaux.
Un millar de bomberos, un centenar de vehículos y media docena de aviones trabajan en este momento en los dos fuegos, en Landiras y en La Teste de Buch, que asolan este departamento, uno de los siete en alerta naranja en el sur de Francia por culpa del calor.
Los servicios meteorológicos franceses, que esperan que el calor dure entre ocho y diez días, con su pico entre el sábado y el martes próximos, auguraban hoy temperaturas máximas de 38 grados en Burdeos y de 40 en Mont de Marsan, en el vecino departamento de las Landas.
Los termómetros disparados afectan también al este del Mediterráneo y, en el caso de Turquía, las autoridades anunciaron esta tarde el control de varios incendios forestales cerca de la costa egea, donde varios miles de personas tuvieron que ser evacuados por razones de seguridad.
Solo para controlar las llamas en la región más afectada, la de Mugla, fue necesario emplear 7 aviones, 14 helicópteros y 103 camiones de bomberos con el apoyo de unidades militares, mientras que otro fuego en el distrito de Urla, cerca de Esmirna, la tercera ciudad del país, fue controlado gracias a la intervención de bomberos y guardias forestales.