La despensa más esperada

Es una de las más felices novedades de los últimos tiempos: tras varios meses de apertura anunciada, finalmente inauguró La Alacena Pastificio, la nueva casa de la emblemática La Alacena, ahora como fábrica de pastas, salumería y almacén.

Antes de hablar de este nuevo local, hay que explicar qué es La Alacena, para muchos el mejor restaurante de cocina italiana de Buenos Aires. Detrás está la cocinera Julieta Oriolo junto con su socia Mariana Bauzá, elaborando platos que remiten directamente a Italia, tanto por la calidad, el dente y la lógica que hay detrás de cada pasta. En Pastificio llevaron eso a un nuevo espacio y propuesta. Allí, con una base de sémola de grano duro, cada día se elaboran pastas frescas como los tonnarelli, los spaghetti nero di sepia, unos hermosos fusilli o unos obligados bucattini (todos entre $350 y $400 la porción), además de algunas rellenas como los sorrentinos caprese a $500. Del lado salumería hay quesos y fiambres todos de productores muy elegidos de todo el país.

La Alacena Pastificio es una suerte de paraíso para los que aman comer rico: todo parece delicioso, todo da ganas de llevarlo a casa; no contentos con eso, sumaron además algunas mesas y una seductora carta que está disponible durante todo el día. Se puede comenzar de mañana con café y un zeppole de crema pastelera (una masa bomba rellena, $400) o un pasticciotto de chocolate y nutella ($350); almorzar sándwiches como la farcita de mortadela, straciatella y pistachos ($700) o pasar directo a unos polpete al sugo (albóndigas con tuco, $1500) o los bucattini con pomodoro. Hay además cervezas, vermúes, kombuchas, antipasti (berenjenas, olivas, anchoas…), panes caseros, raciones de quesos y de fiambres (un parmesano de 12 meses de madurado a $600; una nduja con crostini también a ese precio). El paraíso en la tierra. 

Entrar a este nuevo local es una trampa: da ganas de probar cada una de las cosas que ofrecen.

La Alacena Pastificio queda en Cabrera 4002. Horario de atención: martes a sábados de 9 a 21; domingos de 9 a 15. Instagram: @laalacenapastificio.

Sabor porteño

Pastas caseras y generosas, salsas contundentes y abundantes, queso rallado a gusto de cada comensal. En esa lógica está el ADN de Salgado Alimentos, el reconocido restaurante de pastas de Villa Crespo que acaba de inaugurar segundo local. No lo hizo para crecer en otras partes de la ciudad, sino para seguir recibiendo cada vez más gente: es que Salgado es una especie de fenómeno de éxito, una esquina que abrió hace más de quince años, y que desde siempre, sea mediodía o noche, tiene una larga fila de clientes esperando por una mesa. 

Su creador, Esteban Salgado, tuvo en su momento una gran idea: ofrecer una pasta cien por ciento porteña, tanto en su formato como en las salsas que la acompañan, jugando a veces con sabores clásicos y otros más originales, pero siempre dentro de lo que es el paladar local. Los tagliatelle con tuco, pesto y albóndigas de carne ($1500) son un buen ejemplo; otro los macarrones a la Parissien con crema de leche, pollo, jamón cocido, champignones ($1380); también unos sorrentinos negros de salmón y langostinos con crema de hierbas ($2100); o por qué no los raviolones de ternera con tuco y gratinados con provolone ($1550) o los de batata y almendra a los cuatro quesos ($1350). En todos los casos son porciones extra large, de esas que llenan la panza y el alma.

Lo mejor del nuevo local es que, justamente, por ahora suele tener lugar. Está bien puesto, es luminoso, con algunas mesas afuera, una barra exterior y un salón pequeño y alegre. Tal vez pierda algo de la mística del original, con su estética de almacén o fábrica de pastas, pero mantiene lo mejor de su oferta. La carta es algo más breve, incluyendo los best sellers de la casa y sumando platos como tortilla de papa con chorizo colorado ($1100), buñuelos a $790, milanesa a la napolitana con papas fritas ($1900) o la más palermitana burrata con pesto rúcula y almendras a $1850, entre otros.

Salgado Alimentos apuesta a precios correctos, platos abundantes, sabores queridos: la clave de un éxito sostenido.

Salgado Alimentos queda en Araoz 494. Horario de atención: lunes a domingos de 12 a 16 y de 20 a 24. Instagram: @salgadoalimentos.

Apto para todo público

Se definen como bar de pastas y tienen razón. Es que en Il Quotidiano no intentan revolucionar la gastronomía porteña, sino que su objetivo es mucho más simple y logrado: ofrecer buenas pastas hechas por ellos mismos, en un ambiente relajado y ambientado a tono con las zonas donde tienen sus cuatro locales: ese largo corredor residencial que marca la Av. Del Libertador desde Recoleta hasta Belgrano. Estética moderna, grandes ventanales, amplio horario (abren de corrido desde las 8 hasta las 24) y una política donde no aceptan reservas: el servicio es muy ágil, las pastas salen en pocos minutos de la cocina y la rotación de las mesas asegura que las esperas no sean largas.

El fuerte de Il Quotidiano son las pastas caseras, cocinadas con buen dente en una tradición que toma varios elementos de Italia pero también otros de la Argentina, sumando además cafetería, pastelería, tartas, piadinas, brunchs, cócteles, vinos, desayunos y mucho más. Lo que se llama un verdadero todoterreno basado en las harinas, y con precios razonables al bolsillo contemporáneo (no cobran servicio de mesa).

Entre los platos, hay por ejemplo fideos cable de teléfono con pesto, ricota y pomodoro ($1245), tagliolini a la carbonara ($1245), maccheroni allá bolognese ($1340), ravioli de cordero cocinado por 16 horas ($1495), spaghetti negro con langostinos ($1495) y más opciones posibles. Se suman hamburguesas, sándwich de pan ciabatta con jamón crudo, tomate asado, rúcula y pesto ($1375), pascualina a $1170 y postres como los cannoli allá siciliana a $565.

No extraña que Il Quotidiano sea un éxito que sigue creciendo sumando locales (acaba de abrir uno en el barrio de Belgrano); la familia que está detrás conoce muy bien el metier gastronómico, siendo también propietarios de restaurantes emblemáticos como Sottovoce, El Burladero y Fervor. Y en este caso diseñaron un bar de pastas apto todo público, uno de esos comodines bienvenidos que vale la pena tener siempre a mano.

Il Quotidiano, sucursales en su Instagram: @il_quotidiano. Horario de apertura: todos los días 8 a 24.