De acuerdo con el informe presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) este jueves, la inflación de junio del 2022 fue de 5,3 por ciento. Asimismo, según el organismo estatal, los precios al consumidor llevan, hasta junio, un 64 por ciento de incremento interanual, y solo en los primeros seis meses del año, los precios acumularon un alza de 36,2 por ciento, la cifra más alta desde 1991.

En esta compleja coyuntura con un 37,3 por ciento de pobres —según los últimos números del Indec—, resulta cada vez más lejana la idea de ahorrar para cumplir ciertas metas y sueños personales. Los afectados por la corrida inflacionaria y la subida indiscriminada de precios, entre otros factores, afirman que no llegan a fin de mes y que en muchos casos se ven en la incómoda obligación de decidir si gastar en alimentos o medicamentos, por ejemplo. Es decir, la capacidad de ahorro de los argentinos frente a la exorbitante inflación local y la incidencia del alza de los precios a nivel internacional, es cada vez menor.

En este marco donde el costo de vida continúa en aumento y el peso nacional pierde su valor de forma paulatina, resulta natural que muchos argentinos y argentinas busquen con urgencia consejos profesionales para cuidar su salario y ahorrar. Para esto, el mercado ofrece diferentes instrumentos para resguardar el dinero, pero sobre cada uno de ellos, hay también lecturas variadas.

Al momento de definir cuál es el mejor método para cuidar el salario en este contexto económico particular —y en lo posible, generar ganancias—, los especialistas consultados por GO Noticias brindaron distintas opiniones, pero aclararon que ninguna garantiza que el resultado sea exitoso en todos los casos, ya que la situación varía y es dinámica. Las compartidas son consideraciones, aclararon, que surgen a partir de ejemplos del pasado que podrían allanar el camino hacia el ahorro.

Plazo fijo y plazo fijo UVA: los más sugeridos

Si bien son dos de las estrategias más conservadoras del amplio abanico de instrumentos mercantiles, el plazo fijo tradicional y el plazo fijo UVA fueron las opciones más recomendadas por los expertos consultados para atesorar el dinero en pesos y ganarle a la inflación. 

"Entender cómo funcionan puede llegar a tener cierta utilidad para muchos", dijo Nicolás Valsecchi, docente de Coyuntura Económica de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).

  • Plazo fijo tradicional: procedimiento y beneficios

Para incentivar el ahorro en pesos, los bancos, a través de la regulación del Banco Central (BCRA), ofrecen plazos fijos con una tasa de interés mínima para ahorristas minoristas, luego de realizarles una encuesta donde se determina el perfil del inversor y el grado de riesgo que desean asumir. Una vez definido su carácter, es posible elegir entre las opciones disponibles en el sistema financiero. La operación en sencilla y rápida: se puede realizar por canales electrónicos, sin necesidad de acercarse a una sucursal, y se lleva adelante a través de un depósito por un período determinado —30, 60, 90, 180 y 365 días— y al finalizar este tiempo, el inversor recibe el capital más los intereses.

Cabe señalar que, mientras mayor sea la tasa de interés, serán mayores las ganancias, pero también habrá que restarle a ese rendimiento la inflación para saber cuál es el monto final de la ganancia. 

"Me parece que la mejor forma de ahorro en un contexto tan delicado como la Argentina, con tipo de cambio que ha sufrido corridas y una economía absolutamente dolarizada, en mi carácter de asesor del director Lozano del Banco Nación, no puedo sino recomendar el ahorro por plazo fijo, apostando a que la tasa de interés pueda llegar a ser positiva, o por lo menos no negativa con respecto a la inflación", explicó el economista de la CTA Autónoma Tomás Raffo a GO Noticias. 

Y continuó: "En todo caso, ese tipo de ahorro o esa canalización del ahorro en la banca pública permite y facilita la orientación de los créditos de los sectores más postergados o los sectores que tienen que ver con el mercado interno, las PyMES, y eso hace que la estructura económica pueda ser funcional a la moneda local y autónoma, al peso, y empezar a desengancharse de los dólares". 

  • Plazo fijo UVA: qué es, cómo funciona y por qué es el más nombrado por los economistas

Así todo, la modalidad más recomendada por los especialistas para resguardar el dinero es el plazo fijo UVA. Según el BCRA, es "un instrumento de ahorro protegido por la inflación", con una metodología similar al ahorro "en ladrillos", pero de forma más accesible. El plazo mínimo es de 90 días (UVA) y de 180 días (UVI). El importe depositado en el primer caso se actualiza por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que sigue a la inflación del país, mientras que en el segundo, se actualiza por un índice del costo de la construcción para el Gran Buenos Aires (ICC), ambos publicados por el INDEC.

"El plazo fijo UVA mantiene el valor real de tu dinero porque se ajusta a la inflación. Ha sido en el último año una inversión sencilla y de las más rentables. Pero justamente, en términos reales, no ganas nada, mantenés el valor real de las cosas. Es decir, la cantidad de latas de atún que podés comprar al principio y al final es la misma", explicó el economista y docente Nicolás Dvoskin.

En este sentido, el especialista ratificó que esta modalidad de plazo fijo es la más conveniente porque "te asegura que vos no perdés contra la inflación", aunque resaltó que de todos modos, "podés ganar o perder en dólares con eso". Además, para aprovechar lo mejor posible "lo que sería un excedente del salario normal", sugirió "depositar en plazos fijos UVA, y si es posible, acceder a los 200 dólares oficiales"

Por su parte, Valsecchi destacó que al realizar un depósito en pesos en un plazo fijo UVA, en los períodos de crecimiento inflacionario el ahorrista va a estar "siempre un trimestre atrasado". "Es una opción para mantener la inversión, no perder", desarrolló. Al mismo tiempo, consideró que "más allá de la tasa de interés, en un contexto que es bastante incierto, con una inflación bastante alta y una coyuntura difícil comparada con otros períodos, uno quizás pueda llegar a tener un poco más de previsibilidad con un plazo fijo UVA".

  • Plazo fijo UVA precancelable: otra posibilidad

El BCRA explica en su sitio web que los depósitos en plazos fijos UVA precancelables, lanzados en el 2020, son una variante del plazo fijo UVA que disponen de la opción de precancelación a partir de los 30 días. Si se opta por cumplir el plazo de 90 días, los ahorristas reciben la tasa de interés equivalente al Índice de Precios al Consumidor (IPC) que informa el Indec, más la tasa anual de 1%, lo que permite mantener el poder adquisitivo del ahorro y ganarle por un punto a la inflación.

Tarjetas de crédito

La compra en cuotas con tarjeta de crédito es otro de los recursos más utilizados por las personas para ahorrar en pesos y distribuir el salario de forma organizada. Para Dvoskin, sigue siendo una variable a tener en cuenta. "Hay que aprovechar el Ahora 12 y el Ahora 18, que son planes que si bien tienen un interés mucho más bajo que la inflación, para hacer compras de determinados bienes, es un buen momento", indicó. 

"La diferencia entre inflación y la tasa de interés es muy alta. Es decir, aunque te cobren 40% de interés por una heladera en 18 cuotas, es mejor comprarla, porque esas cuotas con el tiempo van a estar perdiendo valor real y se va a terminar pagando mucho menos que si se comprara en efectivo hoy", aclaró.

El programa del Gobierno de compra de productos nacionales en cuotas fijas con tarjeta de crédito —lanzado en el 2014— tiene vigencia hasta el 31 de enero de 2023. En este sentido, es posible acceder a un plan de compra de 3, 6, 12, 18 y hasta 24 cuotas fijas mensuales

Se puede comprar cualquier día de la semana. Rige en todo el país pero solo en comercios adheridos al Programa.

Inversión en propiedades

Para quienes pensaron en la posibilidad de invertir en inmuebles, cocheras, o locales en zonas de mucho movimiento, el economista Raffo brindó una lectura contundente: "No recomiendo las inversiones en propiedades, porque es un mercado totalmente dolarizado, reflejo de una estructura de ingresos absolutamente desequilibrados, donde la anomalía reside en que todo lo que es el insumo y la mano de obra de la construcción y la vivienda está en la moneda local, en pesos, no hay ningún insumo importado, y sin embargo las propiedades se valúan a dólar", aseveró.

Además criticó que este modelo "distorsiona todo el mercado" y genera un efecto "de concentración" y fomenta "la desigual distribución del ingreso". Por ello, declaró que "lo que hace falta es una política de vivienda adecuada que permita canalizar la propiedad y el derecho a la vivienda con los ingresos que la economía produce", y ratificó que la mejor idea es "el ahorro en plazo fijo en la plaza pública".

En tanto, Dvoskin coincidió con este parecer al señalar que "la inversión en propiedades no es algo que se pueda permitir con el excedente del salario", debido a los altos costos en dólares que se requiere para este tipo de operaciones. "Tiene escalas mucho mayores. No hay pozos en los cuales entres por menos de 10.000 dólares por mes, y eso es un pozo barato. No es el resultado de lo que me sobró del sueldo. Es el resultado de la gente que tiene inversiones, con salarios altísimos. Invertir no es algo que esté al alcance de cualquiera, para el que tiene un excedente del salario".

¿Comprar dólares en este contexto? ¿Invertir en bonos?

"Trato de no dar ningún tipo de recomendación en general... pero no sugeriría comprar dólares como mecanismo de ahorro, salvo que uno apueste a la catástrofe", dijo con humor un economista que pidió no ser nombrado. Además, acompañó las opiniones del resto de los expertos al respecto de la inversión en plazos fijos: "Me parece que sería mucho más razonable poder resguardar el poder de compra de los pesos por ejemplo, con el plazo fijo UVA".

No obstante, para conservar el poder de ahorro en pesos, sugirió tener en cuenta la compra de "títulos", también conocidos como "bonos". Estos, de acuerdo con el BCRA, son emitidos por el sector público (Estado nacional, provinciales o municipios) con el objetivo de devolver el dinero invertido en cuotas en forma íntegra al vencimiento. Además, pagan una tasa de interés que puede ser fija, variable o mixta. En tanto, los inversores pueden decidir venderlos en el mercado en cualquier momento previo a la fecha de vencimiento.

El procedimiento para acudir a estos bonos es el siguiente: abrir una cuenta comitente en el banco o un agente de negociación y/o liquidación, y luego ya se puede comenzar a operar. Las compras se acreditan a las 48 horas en una subcuenta habilitada a nombre del inversor en la Caja de Valores, que es la depositaria de los títulos.

Quienes siempre optaron por atesorar dólares "debajo del colchón" se enfrentan ahora a un novedoso revés: la altísima inflación que sufre Estados Unidos —9,1% interanual en junio— que impacta directamente en el valor de los billetes norteamericanos.

Para Valsecchi, en dólar "siempre es una opción, pero tiene sus limitantes". Analizó que, en este contexto "inflacionario", aunque la divisa estadounidense pueda "perder o sostener menos su riqueza", sigue siendo "una moneda fuerte que se utiliza como resguardo en Argentina, más allá de que por momentos no convenga".