Desde Rosario
Ante un pedido de la comunidad educativa de la escuela Luisa Mora de Olguín, ubicada en el corazón de barrio Ludueña y conocida como la escuela del padre Montaldo, las autoridades de educación de la provincia accedieron a construir un muro perimetral contra tiroteos, que son frecuentes en la zona y ponen en riesgo la vida de quienes están en la escuela.
El principal está concentrado sobre un pasaje lindero al edificio que fue escenario en varios oportunidades de enfrentamientos armados. "La arquitectura escolar se concibe para que la escuela esté abierta a la comunidad y no como una fortaleza. Pero estos hechos nos obligan a tergiversar esta concepción", lamentó Osvaldo Biagiotti, delegado del Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe en Rosario. Se trata de un establecimiento al que asisten cientos de niños y niñas, ubicado en Humberto Primo al 5300. A pocas cuadras de allí, y en la misma jornada, Ludueña fue escenario de otra postal derivada de la violencia: una carnicería con dos sucursales en la zona vació sus heladeras y cierra sus puertas tras una serie de amenazas y extorsiones por parte de bandas delictivas. Diez empleados quedan sin trabajo.
"Las situaciones de violencia que se dan en diferentes lugares de la ciudad obviamente repercuten en la escuela porque es parte de la vida comunitaria y barrial, y algunos episodios de balacera, de armas de fuego, afectan de modo estrecho a las comunidades educativas. En este caso, habiendo existido hechos de este tipo en inmediaciones de la escuela, como MInisterio estamos apoyando económicamente (al establecimiento) para reforzar el perímetro con un muro de ladrillo que sea una protección más ante la eventualidad de que se repitan estos casos", dijo el funcionario de Educación, que de todos modos consideró que el problema debe ser abordado desde diferentes aristas.
La N°1027 es una escuela fundada por la comunidad salesiana. "La comunidad docente y de directivos nos pide asistencia. Si bien es una escuela de gestión privada, es una organización sin fines de lucro, con enormes esfuerzos por sostener el servicio educativo en el barrio y como en tantos otros casos, estamos asistiendo para llevar adelante esta obra", dijo sobre el trabajo que demandará 2,5 millones de pesos del Fondo de Asistencia Para Necesidades Inmediatas.
Según se indicó el jueves, hay un sector del edificio que da a un pasaje que fue escenario de varios episodios de balas, en los que muchas terminan "incrustadas" en las paredes del establecimiento que levantó el ya fallecido padre Montaldo.
Sobre lo que significa la construcción, Biagotti lamentó: "La arquitectura escolar se concibe para que la escuela esté abierta a la comunidad y no como una fortaleza. Pero estos hechos nos obligan a tergiversar esta concepción y tener que enrejar, generar esta separación más tajante de la escuela con la comunidad, ni más ni menos que para protegerla”. En ese sentido, analizó: "No alcanza con una sola medida estamos en contacto con el Ministerio de Seguridad y con Desarrollo Social, articulando pero es cierto que con esta medida no alcanza".
La medida se conoció sobre el final de una semana marcada por diferentes hechos de extorsión, con pedidos de sumas exorbitantes a propietarios de locales y comercios, lo que motivó una reunión, el jueves, entre la Cámara de Comerciantes y personal de la Brigada de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) que trabaja contra las balaceras.
En rigor, algunos de esos sucesos motivaron medidas drásticas como la que tomó el dueño de dos carnicerías ubicadas en el barrio Ludueña, que decidió cerrar sus puertas tras una serie de ataques a tiros y amenazas, en las que llegaron a exigirles 60 mil dólares. “Nos amenazaron también personalmente y la siguieron vía telefónica. No queríamos correr el riesgo de que nos maten, o a un cliente”, dijo uno de los empleados, en Canal 3.
La decisión se tomó el jueves, según comentó, luego de que a las 10 de la mañana un motociclista que pasó con el casco puesto les dijera, “ojo el plomo, queremos 25 mil dólares”, una cifra más baja que la solicitada días previos.
Al tema de la seguridad se suma la situación económica: “Diez familias se quedan sin trabajo”, con el cierre de los locales ubicados en Formosa al 100 y en Junín y Teniente Agneta, que funcionaba hacía ocho meses. Pero al parecer, no es la única: “Otra carnicería que está a unas dos cuadras cerró hace un mes. Ya los vecinos no tienen dónde comprar carne. No paran de cerrar comercios. Un cliente nuestro que tiene un almacén también tuvo que cerrar”, enumeró.
El mes pasado diferentes instituciones y organizaciones de Ludueña, una barriada del noroeste de Rosario, emitieron un comunicado en el que pidieron un plan de acción por los diferentes hechos de violencia que tienen lugar en la zona.