El intendente le saca jugo a su viaje por Nueva York de estos días. Las novedades que llegaron ayer desde la Gran Manzana lo mostraron al jefe municipal en visita oficial al director institucional de la Policía de esa metrópoli, Edward Cooper, quien trabajara en los '90 con alcalde de entonces Rudolph Giuliani, que hizo fama por haber aplicado aquella política de la saturación policial como receta de seguridad ciudadana inspirado en la polémica teoría de "las ventanas rotas". De la reunión participó un expresidente del Manhattan Institute, un centro de estudios neoconservador aplicado a políticas públicas, de seguridad sobre todo.
La foto y la connotación de ese encuentro abrió la chance de que acaso Pablo Javkin pretenda importar algo de aquellos dispositivos, ora como intendente, ora como eventual gobernador en un futuro. Pero al consultar a entendidos en el asunto, todo queda en tela de juicio.
Javkin, según la propia información emitida desde la Municipalidad, se interiorizó acerca de "las políticas de seguridad ciudadana que implementó Nueva York en la década de 1990, en plena crisis de seguridad".
Entre la autoridad policial, Edward Cooper, y el expresidente del Manhattan Institute y excolaborador de Giuliani, Larry Mone, le contaron al rosarino sobre la estrategia que sustenta a la "teoría de las ventanas rotas", the broken windows, en inglés. Una idea acuñada por los criminólogos estadounidenses James Wilson y George Kelling, y aplicada en los '90 por Giuliani y su comisario William Bratton para caracterizar su política de seguridad.
La teoría Broken Windows sostenía que la fuerza de seguridad se enfoque en perseguir y encerrar a delincuentes menores, activistas sociales, marginados y marginales, para "crear un entorno urbano que contribuye a crear una atmósfera de orden y legalidad".
Javkin valoró –según la versión oficial– "el profundo cambio cultural que implicaron aquellas políticas de seguridad y el cambio de modelo que implicó en el accionar y la presencia policial urbana, por lo que alentó expectativas de avanzar en acuerdos de cooperación".
Para el criminólogo Enrique Font, este think thank al que se aproximó Javkin es discutible en cuanto a sus resultados reales y, para el caso argentino, inviable. "Es un desarrollo teórico de la derecha ultraconservadora estadounidense. Estudios de los 70 demostraron que el patrullaje policial tiene impacto muy bajo para resolver crímenes complejos, pero impacto positivo para atacar el desorden. Aquí sería correr de la escena pública al trapito, al mendigo. Y sostienen que al abordar esto se evita que en ese lugar se instalen condiciones que propicien delitos más graves. Es discutible", dijo Font.
Aquella teoría daba por perdidos los sectores urbanos con mayor índice criminal, por lo que enfocaba los esfuerzos en evitar perder otros lugares en riesgo pero todavía integrados. "En Rosario significaría decir que Tablada o Las Flores se jodan, y apostemos a que no se siga degradando la terminal de ómnibus, la peatonal", comparó Font.
Según el criminólogo, Giuliani hizo fama de esta estrategia por que el delito bajó en esos años, pero lo que no se considera es que el descenso del crimen bajó en Nueva York pero también en 18 grandes ciudades de Estados Unidos que no habían aplicado la teoría Broken Windows. Se atribuye a otras cuestiones estructurales, no a la receta del alcalde neoyorquino.
Por otra parte, Font recordó que ya en tiempos de Roberto Rosúa como ministro de Gobierno estas ideas fracasaron. "En Argentina es inaplicable porque requiere de un nivel de información georreferenciada desagregada cuadra por cuadra para conocer al detalle el delito y el desorden. Acá, imposible. Además, la estadística se manipula por la propia policía que se ve presionada y sale a detener a cualquiera y a correrlo hacia otra jurisdicción", desestimó.
Consultado también por esta perspectiva de que un gobierno local tome nota del modelo Giuliani para la seguridad pública de Rosario o Santa Fe, el criminólogo Ariel Larroude lo desaconsejó tajante.
El director de la ONG Observatorio de Política Criminal de Ciudad de Buenos, ex funcionario del Ministerio de Seguridad de la Nación, dijo a Rosario/12 que "los fenómenos de criminalidad letal son locales, por lo que toda importación de un modelo de seguridad que no esté acompañado de un conocimiento capilar de la territorialidad, y principalmente del conocimiento de la propia policía y aparato de Justicia está destinado a fracasar".
Por lo tanto advirtió que "por más que se importe un modelo foráneo, finalmente las herramientas que tome la Intendencia o la Gobernación para hacer frente al delito serán netamente locales: sus propias Policía y Justicia, esas mismas dos herramientas que hace 10 años no dan respuestas al fenómeno de la criminalidad violenta derivada del narcotráfico en esta ciudad".
Larroude trazó una hipótesis preocupante sobre la eventual aplicación de la teoría Ventanas Rotas en Rosario. "La teoría propone una mayor represión al delito menor, pero también a los problemas propios del espacio público, y no de los delitos más graves como el robo o el homicidio. Entonces, para ese control del espacio urbano, implicaría empoderar más a una policía ineficiente, con alto nivel de connivencia ante estructuras criminales como padece Rosario. Eso puede agravar el problema y traer mayores consecuencias sangrientas para esta ciudad", analizó.
Mientras tanto, las declaraciones del intendente Javkin desde Nueva York fueron en la dirección advertida por los criminólogos: “Se planteó la posibilidad de concretar un convenio de cooperación en seguridad ciudadana –dijo el intendente de Rosario–. Dialogamos sobre la Policía en materia de seguridad ciudadana en calle, tomando algunas ideas de su modelo. Quedamos en contacto con el Instituto Manhattan, ellos ya conocen Rosario y esperamos que se repita la visita para seguir trabajando juntos”, explicó el jefe municipal.