El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reiteró este sábado el compromiso de su país con Oriente Medio y delineó una visión para la región basada en la diplomacia en un mensaje que busca apartar a China y Rusia de una zona donde Washington quiere mantener su influencia.

Este sábado, en el último día de su gira por Oriente Medio, Biden se reunió con los líderes de Irak, Egipto y Emiratos Árabes Unidos y, además, participó en una cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo CCG+3, donde se sentó al lado del anfitrión y príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán.

"No nos vamos a ningún lado y no dejaremos un vacío que pueda llenar China, Rusia o Irán. Vamos a construir sobre este momento un activo liderazgo estadounidense", manifestó Biden en un discurso al inicio de la cumbre del CCG+3.

Derechos humanos 

La reunión del viernes de Bin Salmán y Joe Biden generó críticas inmediatas debido a que contradecía las promesas que el actual presidente hizo durante la campaña electoral en 2020, cuando se comprometió a tratar a Arabia Saudita como un "paria" en la escena internacional y hacer pagar a sus líderes un "precio" por el asesinato en 2018 de Khashoggi en el consulado saudita en Estambul.

Incluso, poco después de llegar a la Casa Blanca, el mandatario desclasificó un informe en el que la CIA acusaba a Bin Salmán de haber aprobado la operación que resultó en la muerte y descuartizamiento del periodista. Tras la reunión, en una rueda de prensa, el presidente estadounidense salió a defenderse y aseguró que había hablado del asesinato de Khashoggi con Bin Salmán de una manera "franca y directa", dejando claro que él pensaba que el príncipe heredero era responsable de su muerte.

En la cumbre del CCG+3, celebrada en la ciudad de Yeda en el oeste de Arabia Saudita, Biden hizo declaraciones relacionadas a derechos humanos. El gobernante estadounidense consideró que la "innovación" dentro de los países viene del respeto a los derechos humanos, incluidos los de las mujeres, y reafirmó la importancia de dejar que la sociedad "cuestione y critique a sus líderes sin miedo a represalias". "El futuro será para aquellos países que den rienda suelta a todo el potencial de sus pueblos" agregó.

Protección

El presidente de EE.UU. acordó con las autoridades sauditas, durante su reunión en Yeda, trabajar juntos para disuadir la interferencia de Irán en los asuntos internos de sus vecinos, frenar su "apoyo al terrorismo" e impedir que adquiera un arma nuclear.

Según un comunicado conjunto publicado la madrugada de este sábado por la agencia oficial de noticias saudita, SPA, "las dos partes destacaron la necesidad de disuadir la interferencia iraní en los asuntos internos de los países, su apoyo al terrorismo a través de sus grupos armados y sus esfuerzos para desestabilizar la seguridad y estabilidad de la región".

La nota, difundida tras las reuniones de Biden con el monarca saudita, Salmán bin Abdelaziz, y el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, subrayó que los dos países "enfatizaron la importancia de evitar que Irán adquiera un arma nuclear".

Asimismo, agregó que el presidente estadounidense afirmó a los líderes sauditas "el compromiso fuerte y duradero de EE.UU. de apoyar la seguridad y la defensa de Arabia Saudita, y reforzar la capacidad del reino para obtener todas las capacidades necesarias para defender a su pueblo y territorio contra amenazas externas". En la misma línea, Estados Unidos e Israel afirmaron hace dos días durante la visita de Biden su compromiso de "no permitir nunca" que Irán adquiera armamento nuclear.

Cooperación estratégica

Arabia Saudita y Estados Unidos firmaron el viernes 18 acuerdos en energía, espacio, salud e inversión, según un comunicado saudita. Los dos países hicieron hincapié en "la importancia de su cooperación estratégica económica y de inversión, especialmente a la luz de la actual crisis en Ucrania y sus repercusiones, reiterando su compromiso con la estabilidad de los mercados mundiales de energía", de acuerdo a una declaración conjunta.

Arabia Saudita acordó conectar las redes eléctricas del Consejo de Cooperación del Golfo con Irak, que depende en gran medida de la energía procedente de Irán, "para proporcionar a Irak y a su pueblo fuentes de electricidad nuevas y diversificadas", dijo la Casa Blanca.

Washington quiere que el mayor exportador mundial de crudo abra los grifos para bajar los precios de los combustibles y reducir así las tasas inflacionarias en su país. Escéptico, Biden rebajó el viernes las expectativas de que su viaje fuera a tener beneficios inmediatos. "Estoy haciendo todo lo que puedo para aumentar el suministro a Estados Unidos", dijo, pero añadió que los resultados concretos no se verán "hasta dentro de un par de semanas".

Conciliador

La Casa Blanca aprovechó el viaje para impulsar la integración entre Israel y los países árabes. Arabia Saudita se ha negado a unirse a los Acuerdos de Abraham, auspiciados por Estados Unidos, que en 2020 propiciaron los vínculos de Israel con Emiratos Árabes Unidos y Barhéin.

Sorpresivamente, el viernes anunció el levantamiento de restricciones de sobrevuelo para aviones que viajan hacia y desde Israel, algo que Biden calificó como "histórico". Sin embargo, el ministro saudita de Relaciones Exteriores, el príncipe Faisal bin Farhan, remarcó el sábado que esta decisión "no tiene nada que ver con los nexos diplomáticos con Israel", y que "de ninguna manera es un impulso para nuevos pasos". Arabia Saudita mantiene la tradicional postura de la Liga Árabe de no tener relaciones con Israel mientras persista el conflicto con los palestinos.