Este lunes, los especialistas informáticos de las policías Federal y de la Ciudad entregarán los informes sobre los chats que encontraron en los celulares de los 14 venezolanos y 5 iraníes tripulantes del avión de Emtrasur que está en Ezeiza hace seis semanas.
Ni la fiscal Cecilia Incardona ni el juez Federico Villena formularon hasta ahora ninguna acusación, ni determinaron que los tripulantes hayan cometido algún delito. En Lomas de Zamora, sede del juzgado, afirman que ”se está investigando si hubo una operación con vínculos con el terrorismo pero, mientras tanto, como no hay pruebas, están en libertad. Sólo se les impide salir del país”.
Sucede que tampoco hay tantas medidas para producir. Se esperan informes extranjeros que no llegan -sólo un paper del FBI-, se allanó el avión, se verificó la carga y queda ver el contenido de los diálogos registrados en los celulares. Después, la fiscal, la querella de la DAIA y el juez tendrán que resolver.
Parece bastante obvio que los venezolanos de Emtrasur iniciarán un juicio civil para conseguir una reparación. En el camino quedaron algunas acusaciones insólitas como supuestos cambios de caras, alteración de identidades o documentación falsa del avión que pasó por muchos aeropuertos. Habrá que ver si algo sale de los celulares.