Con contraataques cada vez más precisos y frecuentes tras la llegada de armamento occidental, Ucrania confía en defender sus posiciones en el este y recuperar territorios del sur a la espera de más ayuda, mientras Rusia amenazó este domingo con la llegada del "juicio final" si Kiev accede a atacar Crimea. En simultáneo los ocho tripulantes de un avión de carga ucraniano que transportaba armas y se estrelló el sábado cerca de la ciudad griega de Kavala murieron en el siniestro. Fuentes del gobierno de Serbia, país del que partió el envío, aclararon que el vehículo no llevaba el material bélico a Ucrania.
El avión, un Antonov 12 propiedad de la compañía ucraniana Meridian LTD, transportaba alrededor de 11 toneladas de armas, incluyendo minas de mortero, de Serbia a Bangladesh cuando se estrelló el sábado por la noche. "Lastimosamente, según la información que recibimos, los ocho miembros de la tripulación murieron en el accidente", dijo el ministro de Defensa serbio, Nebojsa Stefanovic, en una rueda de prensa.
El piloto solicitó permiso para realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto griego de Kavala, pero no consiguió aterrizar a tiempo. El titular de la cartera castrense serbia dijo que se trataba de una transacción acordada con el ministerio de Defensa de Bangladesh respetando las normas internacionales. "Algunos medios de comunicación dijeron que el avión llevaba armas a Ucrania, lo cual es completamente falso", aseguró Stefanovic.
Las autoridades pidieron a las personas que viven en un radio de dos kilómetros del lugar del accidente que permanezcan en sus casas y usen mascarillas. Dos bomberos fueron trasladados al hospital a primera hora del domingo con dificultades para respirar debido a los gases tóxicos.
Siguen los combates en Lugansk y Donetsk
En cuanto al conflicto armado entre rusos y ucranianos, fuentes de Kiev revelaron que esperan recibir a la brevedad dos baterías de sistemas de defensa antiaérea NASAMS, para cuyo manejo sus militares ya están siendo entrenados. Ucrania también recibe de sus socios occidentales los sistemas estadounidenses HIMARS y los británicos M270.
Precisamente los HIMARS, según el ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, han permitido cambiar el curso de los combates a favor de Kiev. Además, para finales de 2022 Kiev espera la llegada de los modernos sistemas antiaéreos alemanes IRIS-T.
Ninguno de estos equipos puede ser utilizado contra Crimea, anexionada por Moscú en 2014, advierte sin embargo Rusia. "Las consecuencias (de un eventual ataque a la península) son obvias. Si pasa algo parecido, para todos ellos enseguida llegará el día del juicio final. Será muy rápido y muy duro", dijo el expresidente ruso Dmitri Medvedev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país.
El ejército ucraniano aseguró este domingo que aún mantiene bajo control dos aldeas ubicadas en la región oriental de Lugansk, que los rusos afirman haber tomado por completo, según informó el jefe de la Administración Militar Regional, Serguei Gaidai Facebook. Simultáneamente continúan los combates en la vecina región de Donetsk, donde la intensidad de las hostilidades viene aumentando gradualmente en los últimos días, según Kiev y las milicias prorrusas, que vinculan el incremento de los bombardeos sobre la capital de la región con la llegada de armas occidentales a Ucrania.
El sábado, según el ministerio de Defensa de Ucrania, las tropas rusas lanzaron 22 ataques con misiles no guiados y MLRS sobre la región de Donetsk, que habrían dejado decenas de civiles muertos y heridos y 49 edificios destruidos. Los rusos también siguen lanzando ataques esporádicos en la regiones del sur sobre las que tienen ya gran parte del control: Zaporiyia, donde se encuentra la mayor central nuclear de Europa, y Jersón, donde las fuerzas ucranianas han realizado varias contraataques en las últimas semanas.