Se cumplieron 12 años de la sanción de la Ley N° 26618, de Matrimonio Igualitario, una de las legislaciones pioneras en América Latina, ya que incluyó en el Código Civil la posibilidad de que personas del mismo sexo contraigan casamiento, reconociéndoles iguales derechos y obligaciones que a las parejas heterosexuales. Desde su reglamentación y hasta el 14 de julio de este año, en la provincia de Salta se celebraron 184 uniones. 

Según lo informado por el Registro Civil de la provincia, sólo en 2022 ya hubo 16 matrimonios. Hasta el momento, el año en que más uniones se celebraron fue 2014, con 23 matrimonios. Le siguen 2021, con 22, y 2019, con 20. Mientras que en 2016 hubo 17 uniones;  en 2017, 16; y en 2015, tan sólo 9 matrimonios. 

Los números más bajos desde la aprobación de la Ley, se registraron en 2018 y 2020, con 8 uniones cada año. Aunque entre 2010 y 2013 el organismo provincial contabilizó 45 matrimonios. 

La responsable del Área de Diversidad Sexual de la Secretaría de Mujeres, Género y Diversidad de la provincia, Victoria Liendro, dijo a Salta/12 que la aprobación de la Ley "constituyó un punto de inflexión en la conquista de derechos y ejercicio de ciudadanía de las personas LGBTIQ de nuestro país". 

Liendro fue una de las principales militantes de la Ley en la provincia y recordó que en ese momento el slogan elegido desde el activismo fue: "los mismos derechos, con los mismos nombres". "Hoy, a 12 años de su aprobación, seguimos trabajando para dar ese paso necesario, de la igualdad legal a la igualdad real", expresó, al tiempo que afirmó: "no estábamos equivocadxs". 

La Ley fue aprobada en la Cámara Alta el 15 de julio de 2010, con 33 votos a favor, 27 en contra, 3 abstenciones y 9 ausentes. Mientras que su media sanción en Diputados, había cosechado 125 votos a favor, 109 en contra, 4 abstenciones y 16 ausentes. En ambas votaciones las y los representantes de Salta no aportaron ningún voto positivo. 

En total, la provincia aportaba 10 votos. En Diputados, todos fueron negativos: Marcelo López Arias y Zulema Daher, del Frente Justicialista para la Victoria (FREJUVI); José Vilariño y Mónica Torfe, de la coalición Frente para la Victoria-Partido Renovador (FpV-PRS); Walter Wayar, actual senador por Cachi, representaba una banca por el Frente Peronista Federal; Alfredo Olmedo, por Salta somos Todos, y Fernando Yarade, por el Partido Justicialista (PJ).

En tanto, en la Cámara de Senadores, los votos negativos serían de Agustín Pérez Alsina (FpV-PRS) y de Sonia Escudero (PJ); mientras que el actual senador Juan Carlos Romero (FREJUVI) estuvo ausente en la votación. 

Los "fundamentos" de los votos negativos

El debate social que se dio en esos momentos no dejó de lado a las y los representantes salteños, ya que Olmedo fue uno de los principales referentes que se opuso a la sanción de la Ley. Al igual que durante el debate sobre la legalización del aborto, el ex legislador salteño se paseó por los medios de comunicación dando su posición negativa. 

Bajo la frase "No al matrimonio gay. Lo primero es la familia. Con esta ley se destruye la sociedad", Olmedo encontró el respaldo de sectores católicos y evangélicos y así irrumpió en el debate social. Incluso, en unos de los intercambios más mediáticos se encontró con María Rachid, una de las principales impulsoras de la Ley, a quién le reprochó que "hicieron un lío que no tiene precedentes". 

Acusó a quienes respaldaban la sanción de esta ley de estar diviendo a la sociedad argentina, ocasinando un caos. "Por un lado, los normales están acá. Por el otro, con ese discurso van convenciendo a algunos, pero cuando la gente se dio cuenta que tocaron la familia, dijeron 'paremos la moto'", aseguró.

Rachid destacó la intolerancia del entonces diputado y recordó que en Argentina había personas que se expresaron a favor de "que tengamos los mismos derechos". "El proyecto de Matrimonio lo único que hace es reconocerle a todas las familias, los mismos derechos que tiene otras familias", insistió. En 2010 Rachid fue declarada “Personalidad del Año” por la revista del diario El País (España), precisamente por su rol en la campaña por el derecho al matrimonio igualitario. 

No obstante, en 2018, y durante la presentación de su candidatura presidencial en San Juan, Olmedo insistió en que “hay que suspender todas las leyes que quebraron la familia armada ordenada por Dios incluido el matrimonio homosexual". "Hay que darles la unión civil como corresponde. Pero quedó demostrado después de la ley que voté en contra que dos hombres no pueden ser madre y dos mujeres no pueden ser padre. Biológicamente, científica y naturalmente no pueden ser matrimonio, pero unión civil sí con todo respeto”, sostuvo. 

Escudero fue otra de las legisladoras que se expresó públicamente y durante la votación en Diputados sostuvo que -en base a diversos intercambios- la sociedad argentina llegó al consenso de que efectivamente "hay un número importante de ciudadanos que tienen un problema: que no acceden a derechos y que tiene el derecho a vivir en pareja y que esa pareja sea reconocida por el Estado y, consecuentemente, tener acceso a derechos y obligaciones". 

Aún así, la legisladora se opuso al proyecto con el argumento de que "no hubo tiempo de abordar el tema de los niños". En los medios de comunicación afirmó reiteradas veces que estaba en disconformidad con que las parejas del mismo sexo adoptaran. En un debate con Luis Juez destacó que hay "colas" de "personas heterosexuales que quieren adoptar y no pueden". "Los riesgos (para el chico adoptado) son psicológicos, para toda la sociedad. No nos podemos apresurar con el tema de los niños. Si avanzamos en este sentido podemos correr el riesgo de que vengan homosexuales de otros países y se lleven a los niños", sentenció. 

Incluso Escudero presentó un proyecto alternativo en Senadores, después de que se aprobara en la Cámara Baja, ya que desconfiaba de la constitucionalidad de la iniciativa. Aseguró que la propuesta que presentaba no era "ajena a la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), pues ha tomado como modelo el proyecto que la organización presentara al Congreso de la Nación, el 21 de diciembre del año 2005, que justamente regulaba la Unión Civil (P-159/05). Esa presentación no tuvo tratamiento parlamentario, y fue archivada", explicó. 

Asimismo, agregó que "la Unión Civil -y este proyecto en especial- nunca fue una "opción de segunda" para la Comunidad Homosexual Argentina. Fue claramente su primera opción: una institución moderna y flexible, muchísimo más consensuada en sus alcances patrimoniales que el matrimonio, que, sin embargo, regula -y acabadamente-, todos los aspectos de la vida en común, la vida en pareja de dos personas".

A pesar de ello, su proyecto no contó con dictamen favorable y se terminó aprobando el proyecto que llegó en un primer momento desde Diputados.