Google homenajea con un doodle temático a Oskar Sala, el físico y compositor alemán que revolucionó la historia de la música. Gracias a su talento frente al trautonio, un instrumento musical predecesor de los sintetizadores, Sala también realizó aportes significativos al mundo del cine, la radio y la televisión.

El dibujo central que el buscador lleva en su portada durante esta jornada lo tiene a Oskar como protagonista, sentado frente a su instrumento emblema, rodeado de parlantes y con dos pájaros negros que hacen referencia a su trabajo para la mítica película de suspenso y terror dirigida por Alfred Hitchcock.

Cómo fue la vida de Oskar Sala

Nacido el 18 de julio de 1910 en Turingia, una región ubicada al este de Alemania, y con una formación musical presente desde la primera infancia, gracias a las influencias de su madre, que había incursionado en el canto, Sala comenzó a crear sus propias canciones para interpretarlas en el piano y el violín a sus 14 años.

Una vez mudado a Berlín para estudiar piano y composición, en la adolescencia conoció el instrumento que le daría fama mundial: el trautonio. Sala quedó tan fascinado con las posibilidades de sonidos que el instrumento ofrecía que decidió ponerse a estudiar la carrera de física en la Universidad de Berlín en 1932 para desarrollar plenamente las funciones del trautonio.

Esa inquietud musical lo llevó, años más tarde, a modificarlo para crear el mezcla-trautonio, un instrumento con el cual creó piezas inéditas en donde sonaban varios sonidos y voces al mismo tiempo. Para 1948 consiguió financiamiento y comenzó a desarrollar el mixtur-trautonium, un instrumento más sofisticado que sus versiones anteriores y que fue presentado al público cuatro años más tarde.

En el mundo del cine, realizó su aporte a varias películas en la década de 1950 y participó en la producción de Los Pájaros, el reconocido film dirigido por Alfred Hitchcock, con la mezcla del sonido de las aves.

El final de su vida llegó el 26 de febrero de 2002, cuando falleció en Berlín a los 91 años. Actualmente, no existe ninguna persona que sepa manipular las diversas versiones del trautonio que creó a lo largo de su carrera. El legado de Sala, tanto sus instrumentos como partituras y archivos, quedó en manos del Deutsches Museum de Bonn.