El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, mantuvo este lunes una reunión virtual con unos 40 embajadores extranjeros, en la que volvió a manifestar su desconfianza en el sistema electrónico de votación, ya que, según él, “no es auditable” y puso en duda “la imparcialidad” del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Durante la reunión trasmitida a través de redes sociales, el mandatario volvió a hacer foco en su desconfianza a este sistema que rige en el país desde 1996, a pocos meses de las próximas elecciones de octubre, en las que Bolsonaro se ubica en la segunda posición en las encuestas, detrás del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Pese a que durante este tiempo no ha presentado evidencias de sus dichos, Bolsonaro insistió en el que el sistema actual es “completamente vulnerable” e hizo alusión a las elecciones de 2018 que, debido a supuestos hackeos, “no fueron totalmente transparentes”. En más de una oportunidad, el mandatario ha asegurado que en esos comicios ganó en primera vuelta, pero que un fraude lo llevó al balotaje.
Sobre este punto, la propia justicia brasileña ya ha concluido que el intento de hackeo no incidió en los resultados finales que llevaron a Bolsonaro a la presidencia.
Respecto a ello, dijo que, en caso de que exista una manipulación en los comicios, el ministro de Defensa, Paulo Nogueira, ha vuelto a mencionar la opción de las papeletas, algo que fue rechazado porque el TSE sostiene que no está previsto en la normativa.
Sobre este tribunal, Bolsonaro dijo que le devolvieron a Lula los “derechos políticos” y que unos pocos miembros de este son los quieren que haya “inestabilidad” en Brasil. Además, los acusó de tener “claros vínculos” con la izquierda, lo que, desde su punto de vista, demuestra su falta de parcialidad para tomar decisiones.
"Queremos corregir fallas, queremos transparencia, democracia de verdad. Estoy siendo acusado de golpe todo el tiempo. Estoy cuestionando antes porque hay tiempo de resolver el problema, con la propia participación de las Fuerzas Armadas", enfatizó.
La semana pasada, el mandatario se desmarcó de quienes lo acusan de atacar el sistema electoral: “el bobo que dice eso no comprueba que ya soy presidente. ¿Me voy a dar un golpe a mi mismo? Solo un idiota dice esas tonterías. Creo que somos una de las últimas democracias del mundo”, aseguró.
“Encuentro para mentir”
Luego del encuentro entre Bolsonaro y los embajadores, Lula da Silva, lamentó que esta instancia "haya sido para mentir" y no para hablar sobre temas “que le interesen al país”.
“Es una pena que Brasil no tenga un presidente que llame a 50 embajadores para hablar de algo que le interesa al país: empleo, desarrollo o la lucha contra el hambre, por ejemplo. En cambio, dice mentira contra nuestra democracia”, twitteó Lula.