Los dueños de las empresas de transportes advirtieron que el recorte a la mitad de los servicios y frecuencias de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) iniciado desde las primeras horas de hoy “va a durar hasta que esté el dinero” que afirman que el Estado nacional les adeuda en concepto de subsidios.
“Es una cuestión de negociación por la necesidad de recursos”, puntualizó José Troilo, presidente de la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), una de las entidades responsables del lockout con el que a partir de este martes cien líneas de colectivos provinciales y municipales recortaron al 50 por ciento sus frecuencias.
La protesta provocó serios trastornos en la cotidianeidad de los miles de trabajadores que desde primera hora realizan largas filas de esperas en paradas y terminales. A decir de los empresarios, esto durará mientras el Gobierno no los convoque al diálogo.
Subsidios o aumentos de tarifas
Según Troilo, de esta situación se sale “con el Estado pagando las compensaciones (adeudadas del último semestre) o bien con un aumento tarifario importante” que le otorgue a las empresas un poco más de autonomía.
Para que esto último ocurra y los servicios sean autosustentables, el boleto de pasajeros en el AMBA “debería estar en un valor final de 150 pesos”, indicó el empresario durante una entrevista por Radio Con Vos.
La medida de fuerza de los empresarios fue anunciada a semanas de que el gobierno nacional confirmara un incremento en los subsidios al transporte público que, en algunos casos, llega al 100 por ciento. Lo que ocurre, explicó Troilo, es que ese aumento “está anunciado para agosto, y lo que nosotros reclamamos es el pago de ahora”.
¿Seguirá la reducción de frecuencias de los colectivos?
Mientras tanto, la decisión de los empresarios de recortar a la mitad el funcionamiento del transporte público es producto de “un agotamiento de recursos que se viene acumulando mes a mes”, al punto que las empresas “ya no tienen posibilidad de funcionar”.
Si esta situación continúa, añadió Troilo, la reducción de las frecuencias “va a continuar”. “Hay líneas que hace unas semanas estuvieron paradas algunos días. Y de no normalizarse, en los próximos días van a ir parando una tras otra”, anticipó.
Por este motivo, explicó, “lo que estamos haciendo ahora es regular los recursos que tenemos para que alcancen la mayor cantidad de días posibles”.
“Es un problema por escasez de recursos de dinero necesario para comprar o conseguir los insumos vitales para seguir funcionando”, dijo y apuntó gastos como combustibles, cubiertas, modernización de las flotas y personal. “Hubo un incremento salarial de 50 por ciento paulatino con todos los costos de operación normales”, se quejó.