Tuvo que esperar Atlético Tucumán a los últimos cinco minutos del partido para quebrar el esquema cerrado que le planteó Sarmiento. Cuando daba la impresión de que el 0 a 0 era inamovible, a los 40 minutos del segundo tiempo, el juvenil de 18 años Ignacio Maestro Puch recibió una pelota en el área a la salida de un lateral, enganchó y colocó su remate de zurda lejos del alcance del arquero Meza.
Con esta victoria por 1 a 0 tan ajustada como celebrada, los tucumanos se anotaron su cuarto triunfo consecutivo y ratificaron su posición en el pelotón de punta del campeonato.
Tuvo un mérito esencial Atlético. No perdió la calma y movió la pelota de lado a lado buscando entrarle a la línea de cinco en el fondo que pusieron los juninenses. Lo que le faltó de luces, le sobró de paciencia. Recién sobre el final, pudo cobrar el premio mayor ante un Sarmiento que apostó todo al empate y se ahogó en la orilla.
A medida que pasaban los minutos, el equipo de Israel Damonte se fue enamorando de la igualdad, como lo demostraron sus cambios. Pasado el primer cuarto de hora del segundo tiempo, rearmó su esquema y pasó a jugar un 4-5-1con Joaquín Torres sólo de punta.
No llegó mucho Atlético y las pocas veces que lo hizo se topó con las buenas atajadas de Meza. Pero los ingresos de Mateo Coronel y de Maestro Puch por Carrera y Menéndez agilizaron el ataque.
Atlético siempre creyó que el triunfo era posible de la misma manera que Sarmiento se aferró el empate. A la larga, ganó el único de los dos que quiso ganar. Y por eso, mira la tabla desde lo más alto.