En la séptima audiencia del juicio que se sigue contra el productor de moda Pablo Rangeón por abuso sexual en perjuicio de seis jóvenes, declararon una productora radial que asistió a una de las denunciantes cuando fue agredida por el acusado en un boliche, y una psicóloga que brindó tratamiento terapéutico a otra denunciante y relató que cuando llegó a su sesión luego del abuso, la vio golpeada, con heridas en las piernas y devastada emocionalmente.

La productora radial y abogada Macarena Gutiérrez, testificó que asistió a la joven que luego se convirtió en la primera denunciante contra Rangeón, a quien acusa por violación. 

Gutiérrez contó que conoció a la denunciante en 2011 en la escuela de modelaje de Rangeón que se ubicaba en la calle Mitre, y en donde luego supo que estaba como "una especie de encargada". La testiga era amiga de una profesora de la escuela a quien acompañaba los sábados a sus clases y solía ver a la denunciante en esas ocasiones.

Gutiérrez dijo que asistió a la víctima ante un “hecho puntual en Club 21”, en el que “Rangeón le mordió una oreja y la lastimó” “con total impunidad”. Relató que llamó a los guardias, quienes retiraron al acusado del lugar y luego ella llevó a la víctima a su domicilio por la calle Mendoza.

A ese lugar también llegó Rangeón y desde afuera enviaba mensajes intimidatorios y amenazantes a la víctima: “Insistía, le decía que bajara o que iba a atacar, a prender fuego”, contó Gutiérrez. También recordó que las amenazas se referían a la hija pequeña de la denunciante, “Le decía que iba a ponerse en contacto con el padre para decirle que era una puta, para decirle que iban hombres a su departamento, para que se la quite”. Y recordó que apagaron la luz para que Rangeón pensara que se habían ido.

La testiga dijo que entre la denunciante y Rangeón no existía un vínculo afectivo, aunque contó que una vez Rangeón se refirió a la joven como "su mujer", dijo que ella no le habló de una relación de ese tipo. Añadió que la joven estaba sola, y entendió que el productor de moda se aprovechó de esa situación para mantenerla sometida. 

Por otro lado, contó que una vez que la denunciante fue a pasar año nuevo en su domicilio, cuando se estaban cambiando de ropa le vio golpes en distintas partes del cuerpo, le preguntó que le había pasado y ella le contó que Rangeón la había agredido.

También dijo que la denunciante le había contado que sufría abusos sexuales y otros tipos de violencias de parte de Rangeón, y agregó que ella misma confirmó que era un violento, por los hechos que presenció y los mensajes que le enviaba a la joven. También refirió que esta joven no daba explicaciones lógicas respecto a por qué no lograba salir de esa situación, y consideró que no pudo ayudarle más porque también le tenía miedo al acusado, quien “se presentaba como impune”.

Gutiérrez se fue a vivir a San Martín de los Andes en 2014, y perdió contacto con la denunciante; luego lo retomó cuando supo que publicó su denuncia por facebook. 

El abogado Fernando Díaz, que defiende al productor de moda, pidió acta certificada de esta declaración diciendo que va a acusarla por falso testimonio. Entonces la testiga dijo que pudo haberse equivocado respecto a algunos detalles de hechos sucedidos hace mucho tiempo, pero confirmó que vio hechos de violencia de parte de Rangeón hacia la denunciante. "Yo vi como le sangraba la oreja, yo vi cómo la tuve que llevar a mi casa, yo estaba ahí cuando tuvimos que apagar la luz para que él pensara que nosotras (no estábamos), yo a eso lo viví, lo vi (...) Vi los golpes, como ella sufría por temor a perder a su hija por las amenazas constantes que le hacía él", ratificó.

“Mamá, anoche me drogaron”

También declaró la madre de otra denunciante de Rangeón. Su relato coincide en lo sustancial con lo manifestado por la hija. “Mamá, me drogaron”, dijo que le contó su hija en 2019 en un llamado telefónico en el que le pedía ayuda. “Me comentó que le dolía todo el cuerpo. Cuando me dice que la habían drogado lo primero que pensé es que había tenido un abuso”, sostuvo.

La joven denunció este hecho tiempo después de conocer el escrache en redes sociales realizado por la primera denunciante. Relató que fue violada por Rangeón una noche que salió con la modelo Manuela Colina Cornejo, quien trabajaba con el acusado, era amiga de él y se lo presentó como una persona “buena onda”. 

La madre dijo que su hija le contó que fue a bailar con estas personas al boliche Hakuna, cuando bebió un trago que le dio el acusado se sintió descompuesta, fue al baño y después “el último recuerdo que tiene es en su casa”. También dijo que la joven le contó que cuando despertó Rangeón se comunicó con ella diciéndole “no digas nada, te tengo grabada, no sabés cómo gritabas”.

La madre recordó que acompañó a su hija al Hospital Materno Infantil para que le dieran el kit de profilaxis. Recordó que la joven en ese momento no podía hilar frases, “me contestaba monosilábicamente”. “Nunca la vi así, era evidente que algo había ingerido pero no precisamente alcohol”, manifestó.

También contó que su hija pasó los días posteriores bañándose dos o tres veces al día, “constantemente se bañaba porque sentía que no era su olor, sentía el olor a esta persona” que la había violado. Asimismo, dijo que la joven tuvo que dejar la carrera de psicología, de la que era estudiante avanzada, porque “le revolvía todo lo que había pasado”

Una psicóloga vio a la denunciante golpeada 

En esta audiencia también declaró la psicóloga Ana Lucía Soler, con quien se trató esta última joven. La profesional contó que su paciente asistió el 13 de noviembre a su consulta con un golpe en la cara, marcas de cortes pequeños pero profundos en las piernas, dificultades para caminar y devastada emocionalmente.

La psicóloga dijo que el hecho denunciado por la joven fue disruptivo en su vida, que por mucho tiempo tuvo desazón, presentaba una desintegración del yo, auto reproches, auto castigos, y dificultades para conectarse con un proyecto de vida. Dio cuenta de estados depresivos, ansiedad generalizada, pánico y dificultades para dormir. Además, indicó que todo esto la afectaba en lo físico, porque se descomponía, que se aislaba en su casa, como mecanismo de defensa, y se dedicaba solo al cuidado de su hija pequeña.

Soler contó un episodio relatado por la joven cuando se cruzó con Rangeón y la amiga de éste, Colina Cornejo, “tuvo la sensación de que le podía pasar de nuevo”, recordó que le dijo.

Asimismo, sostuvo que la joven presenta amnesia o lagunas respecto a lo que le pasó aquella noche luego de beber lo que le invitó Rangeón. Indicó que para la joven es traumático el haber recibido una comunicación posterior del acusado, en la que le decía que la tenía filmada. Además tiene angustia y sensación de vulnerabilidad, dijo.

Asimismo, consideró que su paciente en aquel momento no estaba en condiciones de hacer la denuncia, porque se encontraba ante una imposibilidad de responder frente al hecho traumático ya que apenas podía sostenerse en pie y tenía un estado de confusión. Recordó que después la joven le contó que vio por redes sociales muchas denuncias a la persona que la había atacado y esto la llevó a hacer la denuncia formal.

La joven posteó su relato en redes sociales también. Consultada por esto último, la psicóloga interpretó que las denuncias en redes sociales son una modalidad muy utilizada por lxs jóvenes de esta época, dijo que su paciente fue reconstruyendo imágenes, fortaleciendo su persona para poder actuar, ante aquel hecho traumático que vivió. Consideró que esa primera denuncia fue una forma de generar defensa sobre sí misma porque antes solo había autocastigo.

El juicio está a cargo del Tribunal integrado por las juezas Gabriela Romero Nayar y Mónica Faber y el juez Pablo Farah. El fiscal Pablo Rivero sostiene la acusación contra Rangeón por los delitos de abuso sexual en perjuicio de 6 víctimas. La abogada Sandra Domene ejerce la querella en representación de las denunciantes, mientras que el abogado Jorge agüero patrocina la actoría civil. Rangeón tiene como defensores a Díaz y a Luciano Romano. Está previsto que el 22 de julio se produzcan los alegatos y se dicte sentencia.