El Parlamento de Sri Lanka eligió este miércoles a Ranil Wickremesinghe como el nuevo presidente del país de Asia del Sur tras la renuncia de Gotabaya Rajapaksa, quien salió eyectado del Gobierno la semana pasada por la crisis económica y social. Se espera que el flamante mandatario jure su cargo durante la jornada.

Con 134 votos a favor de su candidatura presidencial, Wickremesinghe, quien fue primer ministro de Sri Lanka en seis oportunidades, se impuso ampliamente ante sus dos contrincantes. En tanto, el exministro de Educación Dullas Alahapperuma recibió 82 votos de los parlamentaristas y el izquierdista Anura Dissanayake solo cosechó tres voluntades a su favor.

El nuevo presidente cuenta con el apoyo político del partido del mandatario saliente, pero es repudiado por los manifestantes que colmaron las calles de la ciudad capital la semana pasada en reclamo por mejores condiciones de vida. Una de las primeras medidas que tomó al asumir su cargo fue prolongar el estado de emergencia para reprimir la protesta social.

El país que le tocará gobernar a Wickremesinghe le debe 51.000 millones de dólares al FMI, tiene graves problemas de abastecimiento de alimentos, medicamentos y combustible por la falta de divisas y cuenta con altos índices inflacionarios.

Hace meses los ciudadanos padecen cortes de electricidad, largas filas para comprar combustible y un récord en el precio de los alimentos que desencadenó masivas movilizaciones y protestas. Según estimaciones de la ONU, cerca del 80% de la población no realiza todas las comidas por los elevados costos y la falta de productos en los supermercados.

La renuncia de Rajapaksa

El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, abandonó el país el miércoles pasado por la madrugada a bordo de un avión militar rumbo a las Islas Maldivas. El mandatario, de 73 años, subió a un Antonov-32 que despegó del principal aeropuerto internacional, acompañado de su esposa y un guardaespaldas.

El avión en el que iba el mandatario estuvo retenido durante más de una hora en la pista sin poder despegar tras una confusión sobre el permiso para aterrizar en las Maldivas, según funcionarios del aeropuerto. Anteriormente, Rajapaksa huyó del palacio presidencial sitiado por manifestantes y se refugió en instalaciones de la marina, antes de ser trasladado a la base aérea de Katunayake.

Tras las protestas generalizadas en contra de su administración, Rajapaksa prometió que renunciaría y que abriría la vía para una "transición pacífica".

Cómo comenzaron las revueltas

Gran parte del descontento público en Sri Lanka -una nación insular al sur de la India, en el Océano Índico- se centró en la familia Rajapaksa, a quienes acusan de llevar a Sri Lanka al caos por una mala gestión y acusaciones de corrupción.

El gobierno declaró una moratoria sobre su deuda externa por 51.000 millones de dólares y, según sus autoridades, necesita unos 6.000 millones de dólares en ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de países como India y China para salir adelante en los próximos seis meses.