En el marco de la brutal ola de calor que afecta desde hace días a los países de Europa, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que este fenómeno y "otras tendencias negativas en el clima" serán cada vez más frecuentes, y pronosticó que continuarán "al menos hasta el 2060". Los expertos detallaron en ese marco el impacto que tienen en la salud, el ambiente y la producción.

Numerosos ecosistemas del continente del hemisferio norte se ven afectados en las últimas semanas por sequías sin precedentes y feroces incendios desencadenados por las altas temperaturas. Mientras el cuerpo de bomberos de Francia y España lucha por controlar el avance de las llamas sobre sus bosques, Italia y Portugal sufren por la falta de lluvias, y los ciudadanos del Reino Unido son testigos de la temperatura más alta de su historia, la cual superó los 40 grados centígrados.

En esta línea, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) manifestó su preocupación por el creciente calentamiento global, al cual los expertos en el clima atribuyen a la actividad humana y su descuido. 

"Las olas de calor se están haciendo más comunes a causa del cambio climático", resaltó en ese sentido el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas. El funcionario explicó que tras "dopar" a la atmósfera con la inyección de "gases de efecto invernadero", sobre todo dióxido de carbono, consideraba que "el calentamiento y otras tendencias continuarán al menos hasta 2060, independientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio climático".

Durante una reciente conferencia de prensa, el experto analizó la situación climática que padece Europa y apuntó que "en el futuro este tipo de olas de calor serán normales y veremos extremos aún más fuertes". Y continuó: "Hemos lanzado tanto dióxido de carbono a la atmósfera que la tendencia negativa continuará en las próximas décadas y de momento no hemos sido capaces de reducir nuestras emisiones mundiales”.

Taalas lamentó de haberse "perdido la partida en lo que respecta al deshielo de los glaciares" y señaló que este fenómeno podría continuar durante varios miles de años. Tal es así, que resaltó que es posible que el nivel del mar continúe en aumento, lo que provocaría grandes consecuencias en los suelos y las ciudades costeras. 

Flagelos del cambio climático

Asimismo, Taalas describió tres puntos importantes como consecuencia de las olas de calor: los efectos sobre la salud, la contaminación en el aire y los efectos sobre la agricultura y el turismo.

  • Salud: La fatiga, los golpes de calor, la hipertensión y la hipertermia, los cambios de comportamiento, o inclusive la falta de descanso nocturno, son tan solo algunos de los efectos negativos provocados por las olas de calor en la salud mental. Es por esto que la funcionaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS) María Neira señaló que el aumento de temperatura supone un enorme desafío corporal. En este sentido, detalló que cuando la temperatura llega a los 41 grados, como en el caso excepcional del Reino Unido, el cuerpo tiene que luchar por mantener estable la temperatura interna. En este sentido, recordó que en 2003 una ola de calor en Europa dejó un saldo de 75.000 muertos. Y si bien destacó que ahora hay mejores medios de adaptación, se espera un aumento de los decesos en este contexto entre las personas mayores y con condiciones previas.

  • Contaminación atmosférica, el experto insistió en que las olas de calor actúan como una especie de tapa atmosférica, atrapando contaminantes y degradando la calidad del aire, con consecuencias negativas para la salud, sobre todo para personas vulnerables, como los ancianos."El cambio climático está afectando a nuestra salud de muchas maneras, no solo por las olas de calor, que tienen consecuencias directas", sino también en otros ámbitos de la atención sanitaria esencial, como el aumento de los niveles de enfermedad, añadió la doctora Neira, directora de Salud Pública y Medioambiental de la OMS.
  • Agricultura: el experto remarcó que en este marco se pone en juego el acceso fiable a los alimentos y al agua, ya que los niveles de producción agrícola “están en riesgo", y que “seguramente habrá escasez de agua". Así todo, el director general de la Organización Meteorológica Mundial también advirtió de los efectos de estos fenómenos climáticos extremos en la agricultura, porque producen una fuerte sequía en los cultivos antes de las cosechas. "Esperamos ver grandes impactos en la agricultura. Durante las anteriores olas de calor en Europa, perdimos gran parte de las cosechas. Y en la situación actual -ya tenemos la crisis alimentaria mundial a causa de la guerra en Ucrania-, esta ola de calor va a tener un mayor impacto negativo en las actividades agrícolas", alertó Taalas.

  • Turismo. Las olas de calor también tendrán un impacto en este rubro en el sur de Europa, especificaron, ya que, no sería muy agradable visitar los centros turísticos de países como Grecia, Italia, España y Portugal a temperaturas que rondan los 40 grados. Así opinó Robert Stefansky, jefe de Servicios Aplicados del Clima de la OMM, quien por su parte expresó su deseo de que no se vuelva a la cifra más alta de temperatura registrada en países como Reino Unido, Francia y Suiza, aunque se prevé que continué unos días más. No obstante, recordó que todavía no se superó el récord de temperatura en Europa, registrado en la isla italiana de Sicilia el año pasado, cuando se alcanzaron los 48,8 grados centígrados, pero indicó que ayer el servicio meteorológico de Portugal observó una temperatura de 47 grados. “Nuestra preocupación es que estos récords aumenten cada vez más en el tiempo”, añadió Stefansky.

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