El excandidato a la presidencia en las elecciones colombianas, Sergio Fajardo, publicó este miércoles en sus redes sociales una carta en la que critica "la era" del presidente electo Gustavo Petro, los apoyos que ha recibido y sus decisiones durante la transición, bajo el título “El Petro-Congreso y la lucha contra la corrupción”.

“Ahora la política es el arte de tragar sapos por doquier, se dice que es dinámica y cuando alguien se atreve a hablar de principios le descalifican por una supuesta superioridad moral”, dice Fajardo en el mensaje que acompaña la misiva. Según el excandidato, con la inauguración del nuevo Congreso “se acaba la luna de miel y empieza en firme la era Petro”.

En el texto, Fajardo describe a quien será el presidente del Senado, Roy Barreras, como un "destacado practicante del todo vale en política, sutilmente reciclado como expresión del cambio", por su afinidad con Petro. “Con su habilidad singular dejó tirados en la lona a los representantes de la izquierda", a quienes "les va a tocar humildemente" ver cómo le pone "la banda presidencial a su líder máximo”. El hoy abanderado de "el Congreso del cambio" ha sido integrante de varios partidos conservadores vinculados al uribismo, como Cambio Radical y el Partido de la U. Elegido para Diputados en 2006 y para el Senado desde 2010, se encargó de buscar alianzas dentro del Congreso para los gobiernos de Álvaro Uribe (2002-2010) y Juan Manuel Santos (2010-2018).

“Los mandamases de los principales partidos políticos tradicionales, seducidos por Roy, han visitado a Petro para rendirle pleitesía: se postraron a los pies de quien era su principal enemigo y le van a apoyar las reformas que jamás habían apoyado”, asegura Fajardo sobre el Congreso que asume este miércoles, en el que el futuro gobierno tendrá mayoría.

Además, el excandidato expresó: "Ver para creer: aprobarán las reformas tributaria y agraria y, como si fuera poco, una reforma política que en palabras de Barreras: ¡Va a acabar con el sistema clientelar corrupto!".

La misiva concluye que el camino que se escogió “hace imposible la lucha seria y decidida contra la corrupción” y que el Congreso debería ser "el principal escenario de la lucha" contra este delito.