A poco más de ocho meses del asesinato de Lucas González, la causa que investiga el crimen y el posterior encubrimiento sigue sumando agentes implicados de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Este miércoles quedó detenida Teresa María Luján Scorza, oficial de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna N°4, señalada como una de las primeras agentes en llegar al lugar de los hechos tras la balacera de la brigada de civil que asesinó a Lucas. Scorza fue identificada por uno de los amigos del chico de 17 años, quien aseguró que la mujer los trató de "chorros" y les preguntó "dónde tenían la droga" mientras estaban detenidos ilegalmente en la esquina de Alvarado y Perdriel. La agente se suma a los 14 policías porteños que ya están detenidos y elevados a juicio por el crimen y el encubrimiento.
Cuando en diciembre de 2021 el fiscal Leonel Gómez Barbella, a cargo de la investigación, pidió la detención, entre otros, del subcomisario Ramón Jesús Chocobar, también solicitó la prisión para otros tres oficiales, entre los que ya se encontraba Scorza. En ese momento, el juez de instrucción Martín del Viso, que ya no está en la causa, denegó el pedido al considerar que "más allá de su posible permanencia física en el sitio", no había elementos que hagan suponer la "eventual participación" de Scorza. Siete meses después, el pasado 7 de julio el fiscal reiteró el pedido con un nuevo elemento sobre la mesa: hace algunas semanas, uno de los tres amigos de Lucas, que viajaba junto a él la mañana del 17 de noviembre, identificó a Scorza en un reconocimiento fotográfico. Ante ello, la nueva jueza de la causa, Paula Verónica González, hizo lugar al pedido y ahora sí ordenó la detención.
Ya desde el inicio de la investigación los chicos habían denunciado que dos mujeres de la Policía los habían maltratado mientras los tenían detenidos, boca abajo contra la vereda, en la esquina de Alvarado y Perdriel, donde finalizó la persecución de la brigada después de la balacera. Ahora, uno de ellos ratificó en sede judicial que se trató de "dos chicas que estaban vestidas de civil, pero con un chaleco rompevientos como de otra tela celeste. Eran una chica morocha y una rubia". Según la identificación, Scorza sería "la morocha", que, entre otras cosas, "me decía dónde tenía la droga y que era un chorro", según contó el joven. Además, sostuvo que la mujer dijo que a Lucas "le tiraron porque hizo las cosas mal" y consideró que "todo el relato era con ironía”. Para el fiscal, en tanto, Scorza le propinó al chico "sufrimientos psíquicos mientras se encontraba ilegítimamente detenido después de que fueran baleados junto a sus amigos".
Según el testimonio, las dos mujeres estaban especialmente preocupadas por dar con el paradero de Niven, el único de los jóvenes que logró escapar de la escena. En este sentido, el chico relató que Scorza le "agarró el dedo para desbloquear el teléfono" mientras estaba con los brazos esposados y le "revisó el celular en busca de los datos de Niven". "Me llevó el celular a la parte de atrás de las manos, porque yo estaba esposado boca abajo, y buscó el contacto de Niven", afirmó. Los hechos relatados transcurrieron entre las 9.40 y las 11.30 de ese 17 de noviembre, horario en el que la Justicia ubica el despliegue de buena parte de las fuerzas policiales de la comuna en una trama de encubrimiento que incluyó la difusión de versiones de "enfrentamiento" y un arma de juguete plantada en el auto de los chicos.
En este sentido, la imputación de la Fiscalía que pesa sobre Scorza es la misma que recae sobre los otros 11 agentes ya elevados a juicio que no participaron de la balacera pero sí de los hechos posteriores: "Encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por ser el ilícito especialmente grave, en concurso real con privación ilegal de la libertad calificada al tratarse de un funcionario público que actuara con abuso de sus funciones y por haber cometido torturas". Para Gabriel Isassi, Fabián López y José Nieva, los integrantes de la brigada, se agrega además el homicidio doblemente agravado "por haber mediado alevosía y por haber sido cometido por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones" y el intento de homicidio de los amigos de Lucas.
En la resolución con la que ordenó la detención, la jueza sostuvo que los nuevos elementos aportados por la Fiscalía "permiten tener por reunido el estado de sospecha" con "motivos suficientes" para considerar que Scorza "habría tomado intervención en los sucesos ventilados". Tras su detención, la oficial prestó declaración indagatoria con un escrito en el que negó los hechos que se le achacan. Además, solicitó su excarcelación y la Fiscalía pidió rechazarla, algo que deberá resolver la jueza. Mientras tanto, la agente se encuentra detenida en la sede de la División Homicidios de la Policía Federal.